martes, 26 de septiembre de 2017

La fecundidad de la experiencia del psicoanalisis

La fecundidad de la experiencia del psicoanalisis apunta a que produce la transmisión de la castración y que permite al sujeto no sólo disponer de su deseo sino saber hacer ahí con lo real que se le presentifica.
La deuda que cada analizante contrae precisamente por lo inaugural de este pasaje por el divan se salda de distintas maneras.
Una de ellas es precisamente haciendo el pasaje del divan al sillón, es decir asumiendo el deseo de analista, en el ejercicio del oficio de analista.
Otro modo es con el testimonio de la experiencia, en el pase, ya sea regulado desde la institución psicoanalítica o desde la espontaneidad del relato en la charla de cafe con algún otro, (con minúsculas) que desde el lazo de la amistad está dispuesto a ocupar ese lugar de testigo que da fe de lo que allí se tramita.
Recientemente tuve ocasión de leer la propaganda de un libro que dos señores editaron en el que relatan las charlas vía Internet que tuvieron en las que comentaban humoristicamente sobre su pasado como psiconalizantes.
Lacan en el 73, en su texto "Sobre la experiencia del pase", luego de aclarar que el analista funciona en el análisis como el representante del objeto a, dice que el pase no tiene nada que hacer con el análisis, que es como un relámpago y se pregunta si el pase puede poner de relieve ante quien se ofrece a él, un cierto sector de sombras de su análisis.
Un análisis implica por cierto la conquista de un saber que está ahí antes de que lo sepamos, esto es el inconsciente, y el sujeto puede aprender allí como es que eso se produjo, sólo en este sentido el análisis puede ser didáctico. Y es allí donde dice que espera de los pasantes es un testimonio de una experiencia a un analista más joven, no a un viejo. Luego dice que él se la pasa pasando el pase.
Es de esta manera que decidí introducir mi articulación sobre la función estructural del pase.
El relámpago que pone luz en tanta oscuridad se me ocurría pensar si en realidad no estaba haciendo referencia a la luz breve de la certeza, en la profunda y prolongada oscuridad de las dudas que acompañan el tiempo del fin del análisis.
Si como Lacan plantea el pase no tiene nada que hacer con el análisis es porque lo que se pone en juego también en el pase, es el lugar del testigo.
Testigo que no es un viejo, es decir no está en la línea de "los padres de la patria", sino que es un joven analista al que se le propone que se deje tomar como otro, con minúsculas, que podría evocar el lugar de un semejante,
Sostiene Lacan en el año 77, que sólo ha encarado el pase, de una manera tentativa, casi a oscuras, como algo que unicamente quiere decir reconocerse dentro de la noche, y allí lee soir en savoir . Es decir que lee noche en la palabra saber.
Propongo pensar la articulación del pase a la interrogación del saber.
Sin dudas el despliegue de un análisis va desde el saber supuesto que se articula al S s S en la transferencia en los tiempos primeros del análisis, pasando por el saber en lo real, hasta el saber hacer ahí con el synthome en el fin del análisis.
En este sentido se me ocurre ahora formular una nueva pregunta sobre cual es el estatuto del saber que se recorta en el testimonio de los pasadores.
Creo recordar en un informe que diera Victor Iunger sobre su experiencia en el Jurado de nuestra escuela, una diferencia interesante en relación a lo escuchado en el discurso de los pasadores.
El sitúa un discurso que llama "decir el testimonio", aclarando que es un decir en el que se lee más de lo que allí se dice. Y otro discurso que nombra "ser el testimonio", en el que el pasador se identifica a lo que trasmite.
Así podría pensarse que el primero es un saber en la línea simbólica del inconsciente, mientras en el segundo podría pensarse en un saber en la vertiente del objeto, del orden de un saber en lo real, en la línea de lo que bordea el objeto a.
Aquí es donde me animo a formular mi hipótesis, a la manera de una pregunta insistente.¿ Podemos pensar que el pase cumple una función estructural que podríamos nombrar liquidación de la transferencia? ¿Ya sea como manera de hacer caer en este pasaje, lo que resta de la destitución subjetiva, y / o atravesamiento fantasmático?
Revisando lo que Lacan nombra como liquidación de la transferencia, en el seminario ll, año 64, me encontré con distintas preguntas que voy a mencionar.
¿Aqué contabilidad se refiere la palabra liquidación? ¿Se tratará de alguna operación de alambique? ¿querrá decir que todo eso fluye que se vacía en alguna parte? Si la transferencia es la puesta en acto de la realidad del inconsciente, querrá decir que liquidar la transferencia ¿es liquidar el inconsciente?
¿O será que el sujeto al que se supone saber, de quien se supone que sabe algo de uno y que de hecho nada sabe sobre eso, puede considerarse como liquidado en el momento en que al final del análisis empiezan a saber algo sobre uno?
El S s S ,continuo con el texto mencionado de Lacan, debería suponerse vaporizado cuando cobra mayor consistencia. Si el termino liquidación ha de tener sentido, solo puede tratarse de la liquidación permanente del engaño de la transferencia en el sentido de cierre del inconsciente. Es en este punto del cierre en el que se descubre una paradoja: la presencia del analista. Se trata de lo que se introduce en la transferencia en relación al objeto a, al agalma.
El analista debe abandonar esa idealización, que encarna en el S s S para servir de soporte, al objeto a separador, en la medida que su deseo de analista le permite mediante una hipnosis a la inversa encarnar al hipnotizado.
Ir más allá de lo imaginario es posible, dice Lacan, quienes se analizaron conmigo así lo hicieron.- Sin embargo ese más allá del analisis no ha sido aún abordado. Recordemos que esta cita es del año 64.
Tres años más tarde en el 67, en La proposición, va a crear el dispositivo del pase, en el marco de la institución psicoanalítica y allí se formula esta pregunta:
¿ que es lo qué al final del análisis llega a darse a saber?
....¨En su deseo el psicoanalizante puede saber lo que él es. Pura falta en tanto es por medio de la castración cualquiera sea su sexo, que encuentra el lugar en la relación sexual. Puro objeto, en tanto que a, el obtura la hiancia que se abre en la relación sexual. Esa falta y ese objeto están en relación, con el sujeto del inconsciente, con la división subjetiva..."
..."Con lo que llamo fin de la partida, es el pasaje de psicoanalizante a analista...
¿Que sucede con la transferencia en el fin del análisis?
.."El analizante no termina sino al hacer del objeto a , el representante de la representación de su analista.Es por lo tanto tiempo de duelo, luego el duelo concluye. .."(L étourdit, julio 72).
Tiempo de concluir.
Cae el Otro, como S s S no solo como saber absoluto, sino se plantea el limite del inconsciente frente a la imposibilidad de escribir lo real.
Se produce la destitución subjetiva, punto de encuentro de un vacío con el des-ser del analizante., que el analista no puede cubrir, su no saber. La castración en el sujeto que el Otro, no puede cubrir.
En la destitución subjetiva hay eclipse de saber. El analizante se abría advertido que lo que él no sabía está borrado también en el analista , se trata de la castración del Otro.
En el límite se encuentra el sujeto representado por un significante nuevo, que lo representa en relación a la falta en el Otro, y es en ese lugar que se espera el sinthome, el saber hacer ahí con lo real. Se espera lo que es del orden de la invención del sujeto.
Saber hacer ahí, saber hacer con lo real . Como dice B. Domb llámese mujer, muerte o no saber que es lo que vendrá.
Real frente al cual el sujeto sabe que no puede esperar ayuda de nadie. Es enfrentar y a la vez soportar, la inexistencia del Otro.
El saber hacer, no es lo mismo que el saber absoluto.
El análisis atraviesa un largo camino que parte de la suposición de que en alguna parte hay un saber absoluto. Es función del analista cubrir que pueda decirse algo sin que ningun sujeto lo sepa. S s S , Dios mismo, este lugar designado por Lacan como el nombre del padre.
Es precisamente desde su posición que el analista construirá lo que Lacan llama la teoría de la equivocación esencial.
Es una teoría que incluye una falta a inscribir en los distintos niveles que se plantea. (J. Lacan La equivocacion del SsS, Napoles, 14-12-67)
..."Es en la estructura de la equivocación del sujeto supuesto saber, que el psicoanalista encontrará la certeza de su acto, y la hiancia que hace su ley.
Lo real anudado, implica que lo real en tanto tal, dice la verdad pero no habla y es necesario hablar para decir sea lo que fuera.
Lo simbolico soportado por el significante, cuando habla y habla mucho sólo dice mentiras. Hace falta lo falso para hacer pasar una verdad, debido a la mediación de lo imaginario, que siempre está equivocado, pero del que depende la conciencia....."
El saber hacer con lo real, pone en juego un saber que tiene estatuto de invención, de creación .
De que saber se trata en el pase?
Se trata de como reconocemos el nudo borromeo plantea Lacan en el 77 ...."Yo se que el sabe, esto sería objetivar el inconsciente. Yo se que él sabe que yo se que el sabe.- Esta es la única condición que fija el estatuto del análisis...."
(Lacan 15-2-77 El no saber de una falta que se da con retraso)
En el pase se trata de reconocer la estructura del sujeto advertido de lo real. El reconocimiento válido que se registra en el pase es el de que por obra y gracia del psicoanálisis ha devenido un psicoanalista.
Así como la muerte del padre lo enfrenta al sujeto con lo que hasta ese momento la presencia del padre cubría. La caída de la transferencia lo enfrenta al sujeto con el más allá del padre. Ir más allá del amor al padre, luego de haberse servido de él, implica el reconocimiento de que Dios no existe, implica el reconocimiento de la inexistencia del Otro.
De la liquidación de la transferencia, como en todas las liquidaciones del mercado queda un saldo que corre por cuenta de quien se sostuvo alli, de quien prestó su presencia y se hizo soporte del agalma, ese objeto tan valioso que porta en su interior el vacío.
El analista no puede renegar de su operación que testimonia de que fue por su propio acto que el analizante llego a ese momento.
Renegar quiere decir resistir superyoicamente, sancionando, confundiendo finalización con interrupción.
Puede no haber certidumbre del lado del analista, pero si la hay del lado del analizante.
En el inicio es el analista quien con su acto sostiene la posibilidad de que un análisis comience, y la duda es planteada del lado del analizante. Quien si no duda, si no hay quiebre de la creencia dificilmente pueda demandar una análisis.
Entre la certeza y la duda un fin se produce, con el tiempo se podrá confirmar que es para toda la vida.
Como decía J. Zuberman, citando a Vinicius, el amor y las decisiones son eternas mientras duran.
Evocando a Pascal, y partiendo de que en el comienzo del análisis la transferencia podría pensarse en términos de que la apuesta es que Dios existe y por lo tanto al sujeto le esperan infinitas vidas dichosas. En el fin del analisis se trata de aceptar lo real de una vida miserable, miserable en tanto finita, no eterna.
Para concluir, ¿Cual es el destino del amor de transferencia?
Como dice el poeta:
"Los suspiros son aire y van al aire,
las lágrimas son agua y van al mar,
cuando el amor se acaba
¿sabes tu donde va?
Entre el analista cubriendo ese lugar de un saber que ningún sujeto sabe, y el analista como semblante del objeto a, se despliega la mediación del amor de transferencia.
En el fin del análisis se liquida la transferencia en su vertiente simbólica, cae la vertiente real del objeto a y en su dimensión imaginaria, el amor se trastoca, y en esto les sugiero que lean el testimonio del pase de E. Jabif, en odio, indiferencia, decepción.
Finalmente, del amor de transferencia se puede prescindir, a condición de haberse servido de él.-