El psicoanálisis sostiene firmemente que la homosexualidad no es una patología.
"llamamos heterosexual, por definición, a aquel que ama a las mujeres,sea cual sea su propio sexo. No es el sexo del sujeto el que decide...... el psicoanálisis posee una capacidad subversiva a través de la obra de Jacques Lacan en lo referente a las formas de la subjetividad y a las identidades sexuales.
Homosexualidad femenina.Puede decirse que el trabajo de
Lacan sobre el Nombre del Padre es especialmente indicativo cuando se trata de
pensar la homosexualidad femenina, en la que la relación al padre ocupa un
lugar central.
La teoría queer rechaza la clasificación de los individuos en categorías universales y fijas, como "varón", "mujer", "heterosexual", "homosexual", "bisexual", "transexual", pues considera que están sujetas a restricciones impuestas por una cultura en la que la heterosexualidad es obligatoria (y con ello la heteronormatividad y la patriarcalidad). Esta teoría sostiene que estas categorías son ficticias, y esconden un número enorme de motivaciones erótico-naturales (incluyendo los ritos de paso sexuales necesarios), por lo tanto responden a una sola y única naturaleza sexual humana (sexología), aún no teorizada del todo.....*LaLdiferencia sexual pone en juego dos modos de vivir la pulsión (Musachi) que suponen dos modo de gozar del falo. El hecho de que Lacan coloque esta encrucijada sexual del lado de lo real, es lo que exime al psicoanálisis de caer en el vel construccionismo / escencialismo para situar la diferencia entre los sexos ..........vuelve factible las nupcias anunciadas en la última década como prometedoras entre psicoanálisis lacaniano y teoría queer. Solo haría falta tender las trazas, realizar los ajustes, que pudieran poner en conexión ambos desarrollos teóricos que transcurren en campos epistemológicos diversos. La aportación al asunto de Javier Sáez (2004) en su libro Teoría queer y psicoanálisis[ix], busca las trazas comunes sobre las cuales fundar posibles conexiones en el mapa de este debate, no sin reparar en sus incompatibilidades evidentes, puntualicemos: la eliminación de la diferencia sexual; ni de vislumbrar los inevitables malos entendidos, especifiquemos: tomar por una perspectiva heterocentrada la piedra ineliminable de la diferencia sexual.
EL PSICOANÁLISIS agradece a los gays and lesbian studies que hubieran actuado como solución reveladora sobre el texto de Lacan, dando a ver lo que supone la invención del objeto a: la destrucción de la heterosexualidad. Si para eliminar lo que Allouch reconoce como un esencialismo incorregible en el psicoanálisis, herencia ineliminable de la psicología, es necesaria la refutación constructivista, hay que decir que el propio Lacan no la necesito para formular el “no hay relación sexual”, a partir del cual el psicoanálisis no solo objeta por caso la heterosexualidad - como quiere Allouch - sino cualquier ideal de armonía entre los sexos.
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ciclo de conferencias: “¿Cómo vive nuestra época la pulsión?”. Organizadas por la Asociación de Psicoanálisis de La Plata – como grupo asociado al Instituto Oscar Masotta -.
Da
Vinci habría querido reflejar en el cuadro la figura de la mujer y del
hombre, en una sola persona, como una forma de anunciar su
homosexualidad.
En la referencia simbólica dada por Lacan en los años 56-57
[1], la asunción subjetiva de lo biológico implica para ambos sexos situarse en
relación al atributo fálico, lo que introduce una lógica del más y el menos,
del tener o no tener. La posición sexual a la que el sujeto se identifica tiene,
en ese momento de la enseñanza, una directa relación al significante del Nombre
del Padre como referencia del Deseo de la Madre, y la implicación de que ambos
sexos han de pasar por la vía de la virilidad y sus equivalencias.
Desde esta perspectiva, el caso princeps de la Joven
Homosexual [2] es pensado por Lacan [3] como una identificación imaginaria al
padre por la decepción que éste le causa al "faltar" a la promesa
simbólica de darle un hijo/falo. Esto hace surgir la frustración en la joven,
lo que significa que dé un paso atrás en el camino de la simbolización y se
desate un desafío imaginario hacia el padre, expresado en una elección
homosexual.
Con el desarrollo del concepto de objeto a, Lacan introduce
el campo de lo heterogéneo en el goce sexual y un tipo de ausencia deslindada
de la dialéctica fálica, que hay que situar en lo real. A partir de esto, Lacan
subraya en el Seminario X [4] la dimensión de acting out y de pasaje al acto en
la escena del encuentro de la Joven Homosexual y su dama con la mirada irritada
del padre. Este aspecto de la dinámica
muestra que en esta elección sexual, además de la pura identificación fálica,
puede verse, en la demostración dirigida al padre, que una mujer le señala a un
hombre el lugar de objeto causa de deseo que quisiera ocupar, lo que implica la
presencia de una demanda de amor.
Hay que subrayar aquí
la indicación que nos da Lacan en relación a la ausencia de fetichismo en
relación al órgano fálico [5] en la homosexualidad femenina, lo que sí sitúa
como presente en la homosexualidad masculina. Para Lacan [6] la mujer
homosexual no renuncia del todo a su sexo, pues es a la feminidad a donde se
dirige, incluso cuando renuncia al objeto incestuoso e identificándose a él
elige a alguien de su propio sexo como partenaire.
La formalización posterior de Lacan de las fórmulas de la
sexuación [7] establece la posición femenina como un más allá del falo. Una
mujer puede ocupar el lugar de objeto del fantasma masculino pero cuando se
trata de su propia subjetividad La/ Mujer tendrá la alternativa de
identificarse al falo, ocultando su privación para situarse del lado del tener,
o bien asumirla como agujero en el campo de lo real, lo que estaría del lado
del ser, del fabricarse un ser con la nada [8], vía la relación al S (A/). Que
estas posiciones puedan convivir, permite aproximarse a lo que plantea Lacan
respecto de ese dirigirse a la feminidad en las distintas formas en que se
presenta la homosexualidad femenina.
Con la noción de la pluralización de los nombres del padre
en 1963 [9], Lacan formaliza que otros significantes pueden venir a su lugar en
forma equivalente. En los seminarios RSI (1974-75) y Joyce, el Síntoma
(1975-76), esa misma perspectiva permite pensar en la idea de suplencia del
Nombre del Padre, es decir, modos sintomáticos resolutivos singulares que cada
uno puede encontrar para estar en el mundo sin ser estragado por su goce, y que
implican la noción de una forclusión generalizada del Nombre del Padre.
En ese momento de la enseñanza habría que pensar que el lado
femenino de las fórmulas de la sexuación queda de algún modo generalizado al
ser que habla, ya que el Otro sólo se haría presente como A/. Esa es la
perspectiva que señala la fórmula No hay relación sexual entre el sujeto y el
Otro, apuntando precisamente que lo que hay es el goce del síntoma.
Esta afirmación subraya, además, la no relación encadenada
entre S y S, que deja sueltos los S, sin 1 2 1 el Otro, como goces unos que no
están organizados en un discurso pero que, sin embargo, pueden establecer lazo,
vía las distintas formas de suplencia.
¿Cómo pensar, desde este punto de vista, los logros de los
movimientos políticos para que las elecciones sexuales permitan establecer
estilos de vida, a partir de su inclusión en las leyes como derechos minoritarios?.

En los EEUU, por ejemplo, la
comunidad homosexual organizada como minoría política obtiene en 1973 que la
American Psychiatric Association retire la homosexualidad del DSM y que la
American Psychological Association declare en 1975 que la homosexualidad no es
un trastorno. En 1994 ésta misma asociación establece que la homosexualidad no
es una elección y que no se trata de una enfermedad mental ni de una
depravación social, sino de la forma de expresión de amor y sexualidad de una
minoría. De ahí en adelante, el intento de un psicoterapeuta de
cambiar la orientación sexual de un paciente o de referir un paciente a una
institución que se ocupe de estas prácticas, es considerado fuera de los
principios éticos que se exigen a los miembros de la asociación.
Lo que el concepto de forclusión generalizada del Nombre del
Padre ofrece es, precisamente, la posibilidad de que cada uno pueda instalarse
en el mundo desde la perspectiva de un "hacer con" su goce y de
"fabricarse un ser" allí donde no hay nada. Es un modo de entender la
idea de Lacan de prescindir del padre y, a la vez, usarlo como instrumento.
Las nuevas formas de familia constituidas por parejas
estables de lesbianas que deciden adoptar niños o tener hijos por inseminación
natural o artificial muestran un tipo de lazo y de organización familiar donde
se excluye la noción de paternidad ya desde el certificado oficial de
nacimiento. Al tratarse de parejas donde hay dos madres declaradas y donde
ninguna puede legalmente ocupar el espacio designado para el nombre del padre,
éste queda simplemente vacío. ¿Es ésta una forma de prescindir del padre a la
vez que servirse de él en tanto hay un paso por la inscripción en el Otro
social?
Si lo que Lacan plantea es que la manera en que cada uno
encuentra su modo de hacer lazo pasa por algo que es inclasificable, entonces
no siempre será posible que esto coincida con las inscripciones que el Otro
ofrece. Lo que es seguro es que es insuficiente tomar los significantes del
Otro para darse un ser, a lo sumo podrán usarse para instalarse oficialmente en
la vertiente del tener. Vía la maternidad, por ejemplo.
Que los problemas que preocupan hoy a los homosexuales no
sean los mismos de ayer y que lo
político y lo jurídico termine siendo lo que define sus modos de vida, no
implica que del Otro venga garantía alguna respecto del ser de goce: cada
sujeto seguirá cargando con su responsabilidad de tratar aquello que no le sea
posible manejar.

La homosexualidad femenina, así como otras formas de goce,
puede hoy tomar diferentes formas de expresión. No parece posible pensarla sin
el falo, o sin el fantasma, o sin la suplencia sintomática, ni tampoco fuera de
la civilización a la que pertenece, que desarrolla sus propias formas de
organizar lo real con mayor o menor éxito. Un real que por un lado empuja a la
organización de discursos, es decir, de semblantes, pero que al mismo tiempo
termina dejando lo más vivo del goce fuera de la ley.

Ahora bien, arreglárselas con la singularidad en una
forma original para cada caso, es algo que no va bien con las banderas
políticas, pues exige apuntar al "no todo x". Hacer existir al padre
lleva inexorablemente a hace existir el falo, no a poner a trabajar la nada.
Elegir la homosexualidad femenina, hoy, como modo de representarse ante el
mundo, no excluye que cada caso particular tenga que darse al trabajo de
construir el campo de su ex-sistencia respecto del Otro.
A.A
.......ya en los
años 20, Freud
introduce la asimetría entre el varón y la hembra en función del Complejo
de Edipo y la castración.
Entonces la homosexualidad femenina
puede ser considerada
como una solución
apriori ya que para Freud el verdadero problema en las mujeres es la heterosexualidad y la manera en que se separan las niñas de suobjeto primordial, la madre, es decir por quémisterio la pulsión emigra del seno al pene en la mujer.....................................................................
*A.A
Analista Miembro de la Escuela (AME) de la
Asociación Mundial de Psicoanálisis y de la Nueva Escuela Lacaniana (NEL
Miami), presidenta actual de la NEL.
Lacan, J. El Seminario, Libro IV. Las
Relaciones de Objeto. Edit.Paidós.1994.
Freud, S. Obras Completas. Sobre la
Psicogénesis de un caso de Homosexualidad Femenina. Edit. Amorrortu.
Lacan, J. El Seminario, Libro IV. Las
Relaciones de Objeto. Edit. Piados. 1994.
Lacan. J. Le Seminaire, Livre X.
L'Angoisse. Edit. Seuil. 2004.
Lacan, J. Ideas directivas para un Congreso
sobre la sexualidad femenina. Escritos 2. Edit. Siglo XXI.1975.
Ibid.
Lacan. J. Psicoanálisis, Radiofonía y
Televisión. Edit. Anagrama. Barcelona 1977.
Miller. J.A. De Mujeres y Semblantes.
Pg.88. Cuadernos del Pasador 1.Buenos Aires 1994.
Lacan, J. Seminario sobre Los Nombres del
Padre. 1963. Inédito.
Fuente:
Bitácora Lacaniana - Revista Electrónica de la Nueva Escuela Lacaniana – NEL
No. 2 - Febrero 2007 2
NEL-Ciudad de
México
José María
Velasco #31, 2° piso
Colonia San
José Insurgentes, Delegación Benito Juárez
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México - CDMX, México
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