Psicología de la fuerza de la voluntad: cuando querer es poder . Nada es imposible cuando la determinación es indomable!
La psicología de la fuerza de la voluntad nos dice que nada
es imposible cuando la determinación es indomable; cuando hay carisma y además,
somos capaces de entrenar nuestro cerebro para tomar mejores decisiones. Tales
valías personales no vienen de fábrica, sino que uno las va desarrollando con
el tiempo, tomando poco a poco conciencia de sus propios límites y también de
sus capacidades.
“No
hacemos las cosas porque sean difíciles, son difíciles porque no nos atrevemos
a hacerlas”.
-Séneca-
¿Por qué ocurre esto? ¿Por qué a veces procrastinamos tanto?
¿Por qué nos falta voluntad para hacer ejercicio, para dejar de fumar o para
aunar los ánimos y la valentía suficiente para luchar por ese sueño o esa meta
que siempre nos ha acompañado? La psicología de la fuerza de la voluntad nos da
las respuestas.
Pero,
¿qué es realmente la “fuerza de la voluntad”?
A veces tenemos ideas equivocadas sobre diversos ámbitos del
comportamiento humano. Es más, puede que incluso nosotros mismos nos hayamos
visto en la siguiente situación. Hay épocas en las que nos falta por completo
la fuerza de la voluntad, es como si estuviéramos en una habitación a oscuras
sin saber qué hacer, cómo reaccionar y sintiendo además una indefensión
absoluta. Ante este estado, no falta quien nos critica por nuestra aparente
debilidad y nula capacidad de reacción.
Algo que nos deja muy claro la psicología de la fuerza de la
voluntad es que esta dimensión no es genética, nadie viene con un programa
instaurado que se activa cuando uno lo necesita. Es más, esa energía interna
suele ser muy sensible al estado anímico de la persona, al contexto que le
rodea y a la educación recibida. Nadie nos ha enseñado estrategias para superar
el miedo, la indecisión, para trabajar el auto-control o la determinación
personal.
Por tanto, es importante definir en primer lugar qué
entendemos por fuerza de voluntad.
“El
coraje es la resistencia al miedo y el control del miedo, pero nunca la
ausencia del miedo”-Mark Twain-
Características
de la fuerza de la voluntad
Es importante la regulación de los pensamientos negativos o
limitantes. Controlar esos impulsos no deseados que nos ponen cercos y muros en
el horizonte es algo que debemos aprender a gestionar.
Además, se asocia
también con nuestra capacidad de retrasar la gratificación. Debemos ser
capaces de resistir las tentaciones a corto plazo con el fin de cumplir
con los objetivos a largo plazo.
Por último, incidir una vez más en que todas estas habilidades
y recursos psicológicos se pueden entrenar. De hecho, es algo que todos
deberíamos hacer.
¿Cómo incrementar esos niveles de motivación y voluntad de
mejora y de crecimiento personal?
Consejos para motivarse.
Varias claves para apostar de verdad por tus metas.
Por ejemplo:
Se acerca el fin de año y con ello la típica lista de
propósitos para el año siguiente. Dentro de esa lista de deseos, en una gran
cantidad de casos nos encontraremos a viejos conocidos como el “ir al
gimnasio”, “bajar de peso”, “dejar de fumar”. Unos propósitos que por norma
general son abandonados al poco de empezar a llevarlos a cabo, o que
directamente ni se intentan cumplir.
¿El motivo de esto? Pueden ser muchos, pero si dejamos las
excusas a un lado nos encontramos en que uno de los mayores obstáculos es la
falta de fuerza de voluntad.
Y es que puede ser difícil de mantener, dado que en el día a
día, abundan las situaciones que pueden llevar a desanimarnos y dejar de esforzarnos
por algo. Por ello, en este artículo vamos a hablar sobre cómo tener más
fuerza de voluntad.
La
importancia de la fuerza de voluntad
Todos o casi todos sabemos o tenemos una idea respecto a qué
es la fuerza de voluntad, siendo fácil encontrar algún ejemplo de esta
capacidad o de su ausencia. Pero de cara a mejorar la comprensión de qué
estamos proponiendo incrementar, es útil hacer una breve definición sobre el
concepto del que estamos hablando.
Se entiende por fuerza de voluntad a aquella capacidad o
habilidad para perseguir un objetivo concreto a pesar de la existencia de
obstáculos, dificultades y distractores. No se trata de saber llegar al
objetivo en sí, sino de persistir en la voluntad de lograrlo a pesar de que
podamos no saber cómo afrontar las dificultades que nos impiden llegar a él.
Estaríamos pues ante la idea de no ceder en nuestras pretensiones, no rendirnos
y perseverar aunque no veamos resultados inmediatos.
La fuerza de voluntad suele correlacionar positivamente con la
capacidad de demora de gratificación: las personas que son capaces de posponer
la obtención de una gratificación con el fin de ser recompensados más adelante
con algo que les motive especialmente.
Observemos los ejemplos puestos en el primer párrafo de este
artículo: perder peso o ir al gimnasio. El objetivo es algo deseado y
gratificante para quien se lo marca como meta, pero requiere de un esfuerzo
continuado a lo largo de un tiempo que puede ser relativamente prolongado. Y
entre medio van a aparecer continuas tentaciones en forma de comida, bebida,
planes u obstáculos como cansancio e incluso sufrimiento.
Lo mismo ocurre con quien quiere dejar de fumar: sabe que es
algo que quiere dejar, pero coger un cigarrillo le produce satisfacción a nivel
inmediato. Sólo aquellas personas que sean capaces de resistir la tentación de
obtener un refuerzo inmediato para conseguir su objetivo conseguirán persistir
hasta llegar a alcanzar su meta (aunque puedan tener alguna caída puntual).
Consejos
para tener más fuerza de voluntad
La fuerza de voluntad, en definitiva, es una habilidad
importante que es muy valorada socialmente, de forma personal y también en el
ámbito laboral y académico. Pero no algo que aparezca de la nada, sino que es
una capacidad psicológica que se va adquiriendo y potenciando a lo largo de la
vida.
En este sentido, podemos llevar a cabo diferentes
actividades para mejorar la fuerza de voluntad. Algunas estrategias y
actuaciones que nos pueden ayudar son las siguientes.
1. Proponte objetivos claros
Uno de los posibles motivos por los que no se consigue
mantener la fuerza de voluntad para hacer algo es el desconocimiento y la falta
de seguridad en lo que queremos. Proponerse objetivos claros y conocer la
manera de llevarlos a cabo es fundamental y ayuda a que podamos generar la
suficiente motivación y fuerza de voluntad para perseguirlos.
2. Sé realista
Otro de los mayores problemas que tiene la mayoría de las
personas es que quieren resultados inmediatos y poco realistas. Quiero bajar 15
kilos en un mes o quiero dejar de hacer algo que llevo haciendo los últimos
diez años en un momento. Personas que ya tengan de base una gran fuerza de
voluntad podrían llegar a lograrlo, pero la mayoría de la población debería
tener en cuenta que para lograr algo no suelen valer atajos y que se requiere
de un esfuerzo continuado y prolongado en el tiempo. Ten en cuenta las
experiencias anteriores y ajusta tus expectativas respecto a lo que te puede
costar lograr tu meta.
3. Paso a paso: divide tareas en subtareas
Algo muy útil para lograr tus objetivos y a la vez reforzar
tu fuerza de voluntad es dividir tu objetivo en diferentes pasos, fases o
subtareas. Identifica y crea objetivos a corto y medio plazo que permitan
llegar al objetivo final.
4. Establece un planing
Lo contrario al anterior punto también puede ser un
problema: fijarse un objetivo a cumplir en un periodo de tiempo indeterminado
nos puede llevar a procrastinar y no hacer nada. Es por ello que es altamente
recomendable establecer una planificación previa del tiempo que le vamos a
dedicar a un objetivo concreto y esforzarse en cumplirlo. De este modo
iremos avanzando en nuestro objetivo, y el conocimiento de este hecho reforzará
la motivación para seguir adelante.
5. Lleva un registro
Relacionado con el punto anterior, otro de los medios que
pueden facilitar fortalecer nuestra fuerza de voluntad y alcanzar nuestras
metas es llevar a cabo un registro de nuestra actividad, de cara a que podamos
valorar nuestros logros y avances.
6. Date pequeñas recompensas
Lograr algo del tirón es muy complicado. “Mimarnos”según
vayamos avanzando en la consecución de objetivos (siempre y cuando dicha
autogratificación no vaya en contra del objetivo final en sí) puede servirnos
para preservar y fortalecer nuestra motivación
.
.
7. No lo hagas todo a la vez
Todos tenemos muchos objetivos a lo largo de la vida. Sin
embargo, si tenemos como objetivo encontrar pareja, hacer deporte, ser más
productivo en el trabajo, bajar de peso, apuntarnos a un cursillo de cocina y
hacer tres másters y dos doctorados vamos a terminar por no hacer nada o por
agotarnos. Debemos tener en cuenta que no podemos hacerlo todo a la vez.
Y mucho menos si lo que intentamos es entrenar la fuerza de voluntad: lo más
recomendable y sano es identificar un elemento cada vez y centrarnos en él.
8.
Meditación
La práctica de la meditación contribuye en gran medida a
fortalecer la fuerza de voluntad, relativizar la importancia de las cosas y ver
el mundo desde una perspectiva más centrada. De hecho, se ha demostrado cómo la
práctica habitual de la meditación disminuye los niveles de estrés e incluso
contribuye a mejorar la conectividad sináptica de regiones cerebrales, como el
prefrontal.
9. Exposición
9. Exposición
Una de las formas de entrenar la fuerza de voluntad es,
precisamente, exponerse a estímulos que la pongan a prueba. Se trata de
favorecer que tengamos que resistir la tentación. Para ello puede
resultar de utilidad empezar por exponernos a situaciones que aunque nos sean
tentadoras no nos generen una necesidad inmediata e irresistible, para poco a
poco y según veamos que podemos resistir ir procediendo a exponerse a elementos
que nos causen mayor atracción.
Es posible exponerse directamente a los elementos que más
nos cueste resistir, pero con ello también nos arriesgamos a no ser capaces de
soportarlo y favorecer que más que aumentar la fuerza de voluntad esta
disminuya. Si se aplica correctamente y se consigue, este método también
nos ayuda a mejorar nuestra sensación de competencia y autoeficacia, lo que
además puede contribuir a aumentar la autoestima.
10. Date
autoinstrucciones positivas
Generalmente, al hacer cualquier cosa vienen a nuestra mente
diversas autoverbalizaciones respecto a qué hacer y cómo.
Frecuentemente, estas autoinstrucciones incluyen contenidos
mentales y emocionales y expectativas sobre el resultado (por ejemplo si lo
vamos a hacer bien o mal, si vamos a lograr o no nuestro objetivo, etc.).
Intentar hacer que estas instrucciones sean positivas e incluyan mensajes en
los que se refuerce y se considere positivamente la propia capacidad puede
hacer que a la larga nos sintamos más capaces y se incremente la fuerza de
voluntad.
Repetirnos:
Quiero poder
sentirme mejor.
Quiero poder
sentirme más fuerte.
Quiero poder
superar mi pasado y dejar a un lado los pensamientos negativos.
Hoy quiero
poder enfrentarme a ese miedo, a ese problema.
Mañana quiero
poder conseguir ese objetivo.
11.
Encuentra un modelo a seguir
Una manera de fortalecer la fuerza de voluntad es la
inspirarte en personas a las que aprecies y admires. Aprender sobre ellas y su
forma de hacer las cosas y lograr sus metas. Observar la presencia de una
gran fuerza de voluntad nos puede ayudar a intentar imitarla y fortalecer la
nuestra propia.
12.
Relativiza y acepta las caídas
Por mucho que tengamos fuerza de voluntad, todos podemos
caer en algún momento en que nos olvidamos de nuestro objetivo o tenemos un
momento de debilidad en el que hacemos lo contrario de lo que pretendemos.
Ello nos puede conducir a culpabilizarnos, sentirnos poco
competentes y finalmente a desmotivarnos y abandonar. Una buena idea para
incrementar nuestra fuerza de voluntad es, aunque parezca contradictorio, aceptar
que podemos fallar y tener algún momento de debilidad. Eso sí, sin excedernos
en ser autoindulgentes: se trata de no machacarse a uno mismo si ocurre una
caída, no de dejar que sucedan sin más.
13. Mejor
acompañados
Para conseguir escuchar tu voz interior, las personas
altamente intuitivas necesitan tranquilidad, estar a solas. Solo así pueden cultivar
la energía interior, solo así pueden escucharse. Es por eso que estas personas
suelen ser bastante introvertidas.Pero
Mantener la motivación y la fuerza de voluntad para alcanzar
un objetivo es complicado. Recibir apoyo externo en el proceso o
establecer una meta compartida facilita que exista una dificultad añadida a
caer en la tentación. Por otro lado, también depende de la actitud de cada uno:
si alguien te tienta continuamente a abandonar tu meta se convertirá en un
desafío para tu fuerza de voluntad.
14. Haz
ejercicio
Lo que para muchas personas es un objetivo a cumplir puede
servir asimismo para ayudarnos a incrementar la fuerza de voluntad para hacer
otras. Tensar y destensar los músculos puede ayudarnos a fortalecer no solo
nuestro cuerpo sino también nuestra mente, liberándose endorfinas y mejorando
nuestra sensación de competencia. Además, requiere de un esfuerzo que hace que
parte de nuestra atención se desvíe de la posible tentación.
Lic. Diana Gurny
citando a Oscar Castillero Mimenza yValeria Sabater