viernes, 13 de noviembre de 2020

El juego de la vida es ganarse las cosas


 "La incomodidad es la mejor herramienta para tu crecimiento personal. 

Se trata de

NO SER COBARDE"

" El Deseo basta para que la vida no tenga sentido ,

Si produce un Cobarde "

J.L.

Tenemos la tendencia natural a buscar los lugares, personas y situaciones en donde “nos sintamos a gusto”.

¿Qué pasaría si hiciéramos exactamente lo contrario?

 El Zohar,  expone “Las reglas del juego de la vida”; que están ahí para que al conocerlas y aplicarlas  todos disfrutemos más el juego. Una de esas reglas explica que todos tenemos dentro un oponente (la palabra en arameo para oponente es “satán”), que nos hace buscar la satisfacción inmediata, y esto es una condición humana natural. Sin embargo, complacer siempre a ese satán, nos deja con algo que llaman “el pan de la vergüenza”. Porque el deseo de satisfacción inmediata es de esta tierra, y nuestro espíritu va más allá de eso, tiene otros deseos y aspiraciones: lo que los cabalistas llaman “la luz”.


La regla entonces dicta que para tener satisfacción duradera y plena, hay que vencer al satán, librarnos del pan de la vergüenza y ganar nuestra luz. Un principio simple, totalmente aplicable, comprobado por mucha gente a lo largo de muchísimos años.


Pero a nosotros no se nos enseña esto en Occidente. Cada vez más fuertemente, aprendemos que lo deseable, lo bonito, lo disfrutable es lo inmediato. Todo está a un clic de distancia. Mientras más rápido, más fácil y más cómodo, mejor. La tecnología tiene mucho que ver, por supuesto, pero toda la sociedad, sus procesos, sus costumbres, están inclinándose hacia eso. Está ganando el satán. Nos alimentamos con pan de la vergüenza, y luego nos preguntamos por qué nos sentimos tan vacíos, por qué nuestras vidas parecen no tener rumbo ni sentido.


Para sentirnos plenos, lo primero que tenemos que hacer, es cambiar el chip. 

Lo verdaderamente deseable no es lo cómodo, lo accesible, lo rápido, lo inmediato. Lo verdaderamente deseable es lo incómodo. 

 Creo que todos hemos escuchado que “la magia sucede fuera de tu zona de confort”. Pero ?Cuántos lo integramos a nuestro esquema mental como una línea de acción práctica y sostenible? ¿Cuántos buscamos la incomodidad como un modus vivendi?


Nos alimentamos con pan de la vergüenza, y luego nos preguntamos por qué nos sentimos tan vacíos, por qué nuestras vidas parecen no tener rumbo ni sentido.

La incomodidad es un elemento indispensable para el crecimiento.  

Para crecer como personas y alcanzar nuestro verdadero potencial es mejor buscar ponernos incómodos que buscar estar a gusto. 

¿Por qué? 

“Porque necesariamente tengo que estar incómodo para crecer?????”, preguntaras“Puedo encontrar un lugar, rodearme de gente, involucrarme en situaciones y retos que me hagan crecer y en donde me sienta a gusto, aceptando los retos como parte de mi camino.”


Tenes  razón. Pero en el concepto de “estar a gusto” hay una línea muy delgada entre “estar cómodo” (es decir, estar ahí porque es lo más fácil o conveniente para mí) o “estar en el lugar donde mi corazón sabe que tiene que estar”. ¿Cómo reconocer la diferencia? ¿Cómo saber que es un llamado intuitivo y no una construcción mental, una idea aprendida, lo que está moviendo mi decisión?


Mi única respuesta es que se siente diferente. Y uno debe aprender a desarrollar su intuición para poder escucharla mejor. Pero lo que sí, es que cuando uno sigue el llamado, ese llamado normalmente nos saca de la zona de confort. Nos lleva a otros lugares, nos impulsa a crear nuevos proyectos, a conocer nuevas personas, a enfrentarte a cosas que no conocías. Es decir, uno puede rodearse de gente, hacer cosas y ponerse en situaciones en donde se sienta a gusto (intuitivamente hablando) y se sienta muy retado, donde la incomodidad esté presente y se enfrente.

Lo más incómoda para ti es la que tiene más potencial de crecimiento.

Ponerte incómodo te hace crecer como persona más que cualquier otra cosa en la vida. Claro que, puedes ser un cabeza dura y salir de una situación incómoda sin haber aprendido nada. Pero es poco probable. La incomodidad nos rompe. Una situación incómoda rompe nuestros esquemas mentales, una persona incómoda es el espejo perfecto para mostrarnos quienes realmente somos. Un lugar incómodo saca nuestra oscuridad a relucir. Y así como un músculo necesita romperse para crecer, así nosotros. 

Mientras más incómodos nos pongamos, más crecemos.

¿Cómo podemos integrar la incomodidad a nuestro modus vivendi?


El primer paso, por supuesto, es no rajarse. No evitarla cuando llegue o cuando se ponga sobre la mesa. No buscar lo apetecible-

bonito-inmediato. 

Dejar de hacerle caso al satán, y con consciencia decir :“ME LA BANCO ", porque así gano la satisfacción verdadera y duradera que mi alma realmente desea”. Me pongo incómoda no por mártir, sino porque eso es lo que me lleva a la plenitud.


 Decidi conscientemente ir a los lugares que me pusieran lo más incómoda posible,  trate con la gente más incómoda para mi, me enfrente a todo eso que lo que me incomodaba. Por eso me muevo constantemente, porque en realidad, nada te incomoda para siempre. Pénsalo: cualquier cosa que te incomoda al principio, después deja de hacerlo. Si uno se queda el suficiente tiempo en algo, se acostumbra, se adapta. Y cuando ya estás cómodo, es momento de moverse de ahí. Entonces estoy moviéndome de incomodidad en incomodidad, descubriendo cosas de mi  misma y desarrollando mi  aceptación.

 Entiendo que la incomodidad es muy subjetiva. Lo que es incómodo para ti puede no ser incómodo para mí y viceversa. Cada quién sabe lo que nada más no le gusta. 

Hay tres cosas que, en general, nos incomodan :

  • Hacer lo que no nos gusta.

  • Que las cosas  tarden y

  • Sentirnos vulnerables.

 Decide, por ti mismo y sin que nadie te lo pida, hacer cosas que no te guste hacer. Eso que nunca harías… hazlo.


 Dale tiempo a las cosas. No intentes y descartes inmediatamente, hace que necesites hacer , y quédate el suficiente tiempo para que deje de serte incómodo. Un nuevo trabajo, un nuevo proyecto, una relación… cuando quieras irte, no lo hagas. Ponte un tiempo y quédate. Por ahí leí alguna vez “no darle tiempo a las cosas es la marca del novato. Los mejores saben que las cosas llevan su tiempo”.

 Muéstrate como realmente eres, di lo que realmente sientes, sé vulnerable. Solemos mostrar nuestra mejor cara: publicamos nuestros triunfos, nuestros gozos, nuestros viajes, y hacemos lo mismo con las personas. Es más, he visto gente que cree que “estar muriendo por dentro y sonreír” es una virtud. No, no, no: muéstrate como eres. Permítete sentir. Permítete ser imperfecto, y comparte tu imperfección con los demás. Es difícil, lo sé. Sentirnos vulnerables es muy incómodo, y requiere mucha fortaleza. Pero no hay de otra que comenzar a hacerlo. Intenta mostrar tu vulnerabilidad a los demás, no necesariamente en Facebook, pero sí en tu casa, en la escuela, el trabajo. Ponte de pechito. Vas a ver cuánto creces no sólo tú como persona, sino también tus relaciones. Ser lo suficientemente valiente como para abrirme a que me vean vulnerable inspira a los demás a hacer lo mismo conmigo. Y quitarnos esas máscaras y mostrarnos como somos, nos conecta y nos une con el otro a niveles muy profundos. Inténtalo, te vas a sorprender.

La incomodidad es la mejor herramienta para tu crecimiento personal. 

Se trata de no SER COBARDE!!


Lic. Dyana S. Gurny

Tu eres un Fractal

 DEFINICIÓN DE

FRACTAL

El experto en matemática Benoît Mandelbrot fue el responsable de desarrollar, en 1975, el concepto de fractal, que proviene del vocablo latino fractus (puede traducirse como “quebrado”). El término acuñado por el francés pronto fue aceptado por la comunidad científica e incluso ya forma parte del diccionario de la Real Academia Española (RAE).

 Somos los observadores, y lo observado.

Somos el tejido y el tejedor.

Somos seres creados en este universo intentando entender cómo fue creado todo, y cómo fuimos creados nosotros mismos. Somos seres pensantes intentando aprender de nosotros mismos.

Un fractal es una figura, que puede ser espacial o plana, formada por componentes infinitos. Su principal característica es que su apariencia y la manera en que se distribuye estadísticamente no varía aun cuando se modifique la escala empleada en la observación.

Los fractales son, por lo tanto, elementos calificados como semi geométricos (por su irregularidad no pertenecen a la geometría tradicional) que disponen de una estructura esencial que se reitera 

a distintas escalas.

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El fractal puede ser creado por el hombre, incluso con intenciones artísticas, aunque también existen estructuras naturales que son fractales (como los copos de nieve).

De acuerdo a Mandelbrot, los fractales pueden presentar 3 clases diferentes de autosimilitud, lo que significa que las partes tienen la misma estructura que el conjunto total:

* autosimilitud exacta, el fractal resulta idéntico a cualquier escala;

* cuasiautosimilitud, con el cambio de escala, las copias del conjunto son muy semejantes, pero no idénticas;

* autosimilitud estadística, el fractal debe tener dimensiones estadísticas o de número que se conserven con la variación de la escala.

En la curva de Koch, graficada a la derecha, se aprecia que desde su nacimiento crece a cada paso un tercio a lo largo; en otras palabras, la longitud de la porción que se ubica al principio se incrementa sin fin, determinando que cada curva sea 4/3 de la precedente.

Dado que la longitud de la línea fractal y la del instrumento de medición o la unidad de medida escogida están directamente relacionadas, resulta absurdo utilizar dicha noción. Es por eso que se ha creado el concepto de dimensión fractal que permite, cuando hablamos de líneas fractales, conocer de qué manera o en qué grado ocupan una porción de plano.

 Tú eres un Fractal

 Y  vivimos en uno. ¡Un fractal es un fragmento de algo que posee una estructura y un patrón que se repite infinitamente hacia lo micro y hacia lo macro… 

 

 La estructura interna de las venas de una hoja es fractal.

La forma del brócoli Romanesco es fractal.

La forma en que crece una rama de arbusto es fractal.

La estructura formada por los relámpagos al crecer es fractal.

Otros ejemplos más en los que podemos pensar son, la raíz de un árbol, el árbol con su ramas y hojas, los alveolos de los pulmones, nuestro sistema nervioso, la red neuronal del cerebro, los caparazones de los caracoles, los sistemas solares y las galaxias… y así un largo etcétera de. Un fractal es un fragmento de algo que posee una estructura y un patrón que se repite infinitamente hacia lo micro y hacia lo macro.

Un fractal es un “fragmento de algo”, puede ser, el fractal es un fragmento de la rama… “que posee una estructura y un patrón”. La estructura y el patrón en la rama es su tallo recto, la cual comienza en la base de la rama. Luego, “que se repite infinitamente hacia lo micro y hacia lo macro.”, en el caso de la rama, su estructura básica, “el tallo recto” se repite hacia lo micro, es decir hacia lo pequeño, con lo cual es capaz de formar cada una de las partes de la rama. Y si tomas un pequeño patrón de una de las puntas de la rama, te darás cuenta de que ese patrón también es un tallo recto al igual que el de la base de la rama, por tanto, desde lo micro (lo pequeño) puedes ir a lo macro (lo grande) utilizando la misma estructura, lo cual demuestra que la rama es una estructura completamente fractal.

Si piensas por ejemplo en un árbol, podrás darte cuenta que su estructura es también  es completamente fractal, pues la estructura base, es su tronco recto, el cual se divide en ramas las que a su vez también son rectas repitiendo la misma estructura base del tronco pero más pequeñas… luego cada rama se divide en más ramas… todas con estructura similar pero más pequeñas… luego de las ramas aparecen las hojas, las cuales también tienen una estructura completamente fractal en su interior.

 La forma de crecimiento de un arbol es fractal, comienza con su tronco y luego esa estructura se repite hacia lo más micro hasta llegar a sus hojas.