La
depresión vista desde la perspectiva psicoanalítica
La depresión vista desde la perspectiva
psicoanalítica"Deprimidos"
El fenómeno moderno de LA DEPRESION no cesa de insistir en
nuestra época, se ha instalado ampliamente en el discurso común contemporáneo y
en los medios de comunicación. Más allá del hecho de que la clínica
psiquiátrica da una gran prioridad a los trastornos del humor parece existir un
lazo entre la época contemporánea y la llamada depresión. Si leemos los
informes de los epidemiólogos de la OMS que predicen nuestro porvenir de salud
en los próximos 20 años podemos constatar que el problema de la depresión está
adquiriendo la dimensión de una epidemia que atraviesa ya todas las franjas de
edad de la población: niños, adolescentes, adultos, mayores. Nos dicen, pues,
estos expertos, que estamos expuestos cada vez más a sufrir un episodio
depresivo a lo largo de nuestra vida. Por tanto, hay un aumento progresivo de
lo sujetos que, para alegría de las multinacionales farmacéuticas, se nombran
"deprimidos".
En efecto, los grandes avances en el campo de la técnica -
por la alianza de la ciencia con el liberalismo capitalista - han venido a convertir
el Mundo en el mundo de Peter PAN ,todo es posible ,todo esta permitido.Las “leyes”
de otra generación impedían que obtengamos lo que queremos en 1 minuto ,una
compra en Amazon ,una pareja en Tinder, entonces había un espacio para DESEAR ,
menos para pecar, entonces la conciencia moral no tenia que trabajar tanto
hostigando al que todo lo quiere, todo lo tiene…….
"Cobardía
moral"
Lo que nos tortura se engrandece cuando el sujeto cede en su
deseo y accede a la recuperación del placer sufriente aquí y ahora. Ahora bien,
el que elige la salida fácil ,la casa, el lujo ,el coche ,los viajes ,todo para
“llenar un vacio” a costa de ceder en su deseo lo pagará, tarde o temprano, con
el afecto depresivo, ésta es la falta moral, ésta es la "cobardía
moral" del sujeto deprimido que Lacan menciona.El capitalismo nos vende la
ilusión de que los objetos del mercado van a colmar nuestra falta, que van a
colmar nuestra división, el imperativo consumista es una nueva cara LA CONCIENCIA
MORAL. Por otra parte, la ascensión de
los objetos del mercado al zenit social tiene la contrapartida de producir una
disolución de los lazos sociales.
La relación Social en la depresión se encuentra perturbada,
el sujeto deprimido experimenta un fuerte sentimiento de soledad, un gran
desinterés general invade al sujeto y ello tiene consecuencias en su decir. El
acto de hablar, el decir, suele estar afectado, el sujeto siente, piensa, que
no tiene nada interesante por decir, tampoco nada interesante que escuchar. Se
produce así una separación entre el sujeto y el Otro propiciada por una
desvalorización de la palabra.
El psicoanálisis aún cuando no acepta la depresión como una
entidad clínica unificada no deja de aportar respuestas, pero esas respuestas
son una por una, porque la clínica psicoanalítica es una clínica del sujeto, y
como tal cuestiona la forma particular en que cada sujeto, a través de su
depresión, trata de situarse en relación al deseo y al goce. Es decir que, para
la clínica psicoanalítica, lo que está en juego en el sufrimiento del ser
hablante, depresivo o no, es la relación del sujeto al goce, así como su
relación al saber inconsciente.
La responsabilidad del sujeto
Todo ello introduce algo que para el psicoanálisis es
fundamental: la responsabilidad del sujeto, lo que nos sitúa en el registro de
la ética. Cuando hablamos de responsabilidad lo hacemos en el sentido de que
estamos frente a un sujeto de derecho, es decir, un sujeto que responde y que,
por tanto, tiene la capacidad de elegir. Hay una elección en juego, una
decisión del ser, no un conformismo del ser. Este punto implica explorar la
dimensión ética de las respuestas del sujeto y ahí nos podemos encontrar, por
ejemplo, por lo que respecta a la depresión con múltiples coyunturas: desde la
cesión de un lugar simbólico, pasando por un retroceso en el momento de
afrontar una pérdida, hasta una renuncia pulsional.
Lacan en
Televisión habla de la tristeza, la depresión, como cobardía moral. Dice así:
la tristeza que se califica de depresión "es simplemente una falta moral
(...) una cobardía moral, que no cae en última instancia más que del pensamiento,
o sea, del deber de bien decir o de reconocerse en el inconsciente, en la
estructura". Es decir, que para Lacan se trata de una falta
simbólica, de una renuncia del sujeto que cede en su deseo frente al goce. La
consecuencia de ello es el afecto depresivo, el desinterés por las cosas del
mundo y por lo que a uno le rodea, el no querer saber, esa es la cobardía
moral. Desde este punto de vista también podemos decir que la depresión denota
un problema de enunciación del sujeto, hay una detención, hay un paso que el
sujeto no hace en la enunciación, como decíamos hace un momento la renuncia
afecta al decir.
De la
queja a la dignidad del síntoma
Entonces, el psicoanalista, en la dirección de la cura, ante
aquel sujeto que se queja y se desespera por su injusto destino, producirá una
rectificación subjetiva que permita al sujeto hacerse cargo de sus elecciones y
de las primeras consecuencias de su goce. El sujeto, entonces, podrá pasar
de la queja y del afecto depresivo a la dignidad del síntoma que abre la
pregunta sobre la causa y sobre la satisfacción, lo que siempre conlleva un
relanzamiento del deseo y una disminución de la mortificación.
Como
señala Eric Laurent, el psicoanálisis nos permite poder vivir con la
experiencia de la pérdida y darnos cuenta de que hay otro modo de goce que la
tristeza.
Lic. Diana S. Gurrny citando a
Xavier
Esqué
* Psicoanalista, AME de la Asociación del Campo Freudiano, miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP), AE de la Escuela Una (2003-2006). Psicólogo Especialista en Psicología Clínica. Docente de la Sección Clínica de Barcelona, ICF. Jefe Clínico del CSMA (Centro de Salud Mental 9) Nou Barris Sur, Barcelona.
* Psicoanalista, AME de la Asociación del Campo Freudiano, miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP), AE de la Escuela Una (2003-2006). Psicólogo Especialista en Psicología Clínica. Docente de la Sección Clínica de Barcelona, ICF. Jefe Clínico del CSMA (Centro de Salud Mental 9) Nou Barris Sur, Barcelona.
* Resumen de
la conferencia pronunciada en Milán el 19 de enero de 2007 en la sede del
Instituto del Campo Freudiano) www.blogelp.com 31.05.2007