https://www.youtube.com/watch?v=ORA4XVRbd2w

En el año 2009 el Tango fue incorporado por
UNESCÓ a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad, por iniciativa de los Gobiernos de Montevideo y Buenos Aires y
agrega que "La Cumparsita" representa a nivel mundial el himno de los
tangos.
"La cumparsita" cumple 100 años: Un clásico más
allá del tiempo.
La obra compuesta por el uruguayo Matos Rodríguez fue
grabada por orquestas y formaciones de todas las épocas, y se transformó en el himno mundial del tango.
"La cumparsita" cumple 100 años: Un clásico más
allá del tiempo.
Para que los pies en vez de caminar, bailen. Desde el
domingo, la partitura de “La cumparsita” alfombra una cuadra de una calle
uruguaya. (Foto: EFE)
El más famoso del mundo, el más tocado y reversionado, la
primera canción registrada en SADAIC, la composición que más derechos de autor
percibe. La Cumparsita, “el tango de los tangos”, Patrimonio Cultural
Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, cumple cien años.
No hay orquesta, bandoneonista, o cantor del mundo del 2x4
que no haya interpretado alguna vez esos compases marcados a fuego en la
memoria criolla. Las orquestas de Osvaldo Pugliese y Juan D’Arienzo; los fueyes
de Aníbal Troilo y Astor Piazzolla, Horacio Salgán y Mariano Mores en sus pianos;
cuanta voz profesional o amateur se animara a entonarla; hasta proyectos
contemporáneos como Gotan Project y Bajofondo, ejecutaron su propia versión.
"La cumparsita" cumple 100 años: Un clásico más
allá del tiempo.
Tapa de la partitura de "La cumparsita", de
Gerardo Matos Rodríguez.
La Cumparsita nació como una pieza instrumental. El uruguayo
Gerardo Matos Rodríguez la creó como una marcha para la comparsa de carnaval
organizada por la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay -de ahí
el título-. Aún hoy se desconoce la fecha exacta de composición, pero se estima
que fue entre finales de 1915 y comienzos de 1916.
Pero a pesar de las diversas controversias alrededor de su
aniversario, la mayoría de los historiadores e investigadores del tango
coinciden en el día de su estreno en vivo. El 19 abril de 1917, la orquesta del
pianista argentino Roberto Firpo retocó algunos arreglos de la partitura
original de Matos y ejecutó por primera vez la pieza, en la confitería La
Giralda, en Montevideo, Uruguay.De este lado del río, en la Argentina, Hipólito
Yrigoyen transitaba su primer año de gobierno -la UCR se estrenaba en el
poder-, tras haber ganado en 1916 las primeras elecciones bajo la Ley Sáenz
Peña, que había establecido el voto secreto y obligatorio. En un mundo
convulsionado por la Primera Guerra Mundial y la revolución bolchevique en
Rusia, el país empezaba a salir de la crisis económica de 1913 gracias al
crecimiento de exportaciones de carne y textiles para los soldados europeos.
En esos primeros años, la marcha instrumental se mantuvo
olvidada, hasta que en 1924 los letristas Pascual Contursi y Enrique Maroni le
pusieron sus primeros versos para incluirla en una obra de teatro, y dieron
inicio a una serie de polémicas en torno a los derechos de autor de la lírica.
Pero fue Carlos Gardel quien en ese mismo año empezó a
cantarlo y la popularizó. El Zorzal Criollo entonaba esos primeras tres versos:
“Si supieras / Que aún dentro de mi alma / Conservo aquel cariño”. Al enterarse
de lo que estaba ocurriendo con su creación, Matos Rodríguez -que ya le había
vendido los derechos de autor a la firma Breyer Hermanos, representante de la
Casa Ricordi en la Argentina, en junio de 1917- argumentó que su composición ya
tenía letra: “La cumparsa / de miserias sin fin / desfila / en torno de aquel
ser / enfermo / que pronto ha de morir / de pena”.A partir de ese momento,
comenzó una batalla legal entre los autores, que recién tuvo su resolución el
10 de septiembre de 1948, con un reparto del 80% de los beneficios para los
herederos del uruguayo Matos, y el 20 % restante para los herederos de los
argentinos Contursi y Maroni. Decisión que no resolvió otro debate histórico:
¿La cumparsita es uruguaya o argentina?
Lejos de esa antinomia, los gobiernos de Montevideo y Buenos
Aires en conjunto lograron que La cumparsita fuera incorporada por la UNESCO a
la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y
se erigió como el himno mundial del tango.
Pero su condición original de canción instrumental abrió la
puerta para que, a lo largo de los años, fuera revestida con distintos versos.
Así, apareció una letra más antigua a las de Contursi y Matos -publicada por la
revista El alma del tango, en 1926- que el propio autor le había pedido a
Alejandro del Campo, su compañero de militancia en la Federación de Estudiantes
del Uruguay, otra registrada por el autor Augusto Mario Delfino en 1957,y hasta
una quinta, de 1937, escrita en inglés por Olga Paul, y traducida por Roberto
Selles. Además, existen numerosas reversiones, como ésa de Julio Sosa recitando
versos del poeta Celedonio Esteban Flores.
Sin embargo, según Rosario Infantozzi Durán, sobrina nieta
del autor, consignó en su libro Yo, Matos Rodríguez: el autor de La cumparsita
(1992), su tío abuelo siempre reivindicó su intención original. “La cumparsita
nació sin letra, y así debió haber seguido, pero no tuve otro remedio”, cuenta
Infantozzi Durán que decía.
Además de haber inaugurado el registro de obras de SADAIC
(Sociedad Argentina de Autores y Compositores), todo indica que La cumparsita
es una de las piezas que más recauda. “Está entre las composiciones que más
derechos de autor percibe porque se la escucha en todo el mundo: ahora mismo,
alguien está escuchando La cumparsita en Nueva York, en Japón o en París, para
difundir el tango”, le contó Guillermo Ocampo, director general de SADAIC, a
Clarín.
En Yo, Matos..., Infantozzi Durán reproduce palabras que su
tío abuelo le dijo sobre su creación: “Creo que nunca pude hacer otro tango
igual... Más adelante compuse otros tangos y otras músicas, algunos quizá
mejores que el primero. Pero éste encierra un mundo de ilusiones y de
tristezas, de sueños y de nostalgias que sólo se viven a los veinte años. Fue un
momento Mágico. Y mágico fue su destino. ¡Cuántos misterios en torno a él,
cuántos pleitos! Ríos de tinta y kilómetros de papel se ha utilizado para
enaltecerlo o hacerlo pedazos”.
Homero Manzi, que investigó la obra completa de Matos
-conformada por unos 70 tangos- también opinó sobre la pieza. “La cumparsita
es, acaso, uno de los fenómenos musicales de nuestro arte popular... su éxito
extraordinario se debe también, en gran parte, a la colaboración espontánea y
anónima de miles de intérpretes”.
Uno de esos intérpretes fue Astor Piazzolla, quien no
obstante, marcó la cancha a su estilo: “El peor de todos los tangos escritos
jamás... lo más espantosamente pobre del mundo”.
Admiradores y detractores aparte, esta pieza arrabalera que
bailaron Fred Astaire (en Leven anclas), Marilyn Monroe (en Una Eva y dos
Adanes) y hasta Richard Gere y Jennifer Lopez (en ¿Bailamos?), y cuya partitura
quedó estampada en una calle de San Gregorio de Polanco, Uruguay -mural de 82
metros de largo y 9 de ancho-, está presente en el inconsciente colectivo de
cualquier rioplatense. Si alcanza con salir a caminar un domingo por San Telmo
o La Boca para volver a escucharla.
La Usina del Arte celebra los 100 años de “La cumparsita”
con un concierto del trío Lavallén-Estigarribia-Cabarcos, el viernes a las 20,
en Caffarena 1. Entrada gratuita.Una creación obcecada
Por Federico Monjeau
Astor Piazzolla decía que La cumparsita era uno de los
peores tangos jamás escritos. Seguramente le molestaba su rusticidad armónica.
Todo el tango se mueve dentro de los tres grados básicos de una única tonalidad
(originalmente sol menor). Es así como el ejemplar arquetípico del tango pasa
por alto uno de los rasgos más significativos del género, que consiste en que
la segunda parte transcurra en una tonalidad relativa o vecina, o bien que la
tonalidad de la primera parte cambie de modo en la segunda (de menor a mayor,
por ejemplo, como ocurre en La casita de mis viejos, en Vida mía y tantos
otros); ese cambio súbito de modo, que le da al tango su aspecto schubertiano,
abre un color y una perspectiva expresiva que por cierto está ausente en La
cumparsita.
De todas maneras, no es un tango chato. Es igual a sí mismo
en la armonía, no en la forma. No tiene dos, sino tres partes, y en la
interpretación dulcemente ornamentada de Gardel la tercera (“Al cotorro
abandonado/ya ni el sol de la mañana…”) expande el lamento en un logradísimo
arabesco. Todo en el mismo tono, ¿y por qué no? Obcecada, La cumparsita supo
ganarse el corazón de los oyentes y también el de los músicos. En los
Postangos, Gerardo Gandini hizo una versión de antología. La enfrentó con la
misma obcecación. La redujo casi a polvo, pero La cumparsita pudo sobrevivir de
todos modos, aun en dos o tres notas, en un gesto mínimo. Fue el mejor homenaje
que a mi juicio un músico le haya hecho al tango de Matos Rodríguez.
“Es muy entretenida para los músicos”
Por Nicolás Ledesma (Músico)
“La cumparsita tiene varios elementos esenciales a tener en
cuenta: la melodía está marcada por los cuatro tiempos básicos del tango; los
tres temas que conforman la obra están en la misma tonalidad, lo cual la hace
muy pegadiza y por lo cual se hizo tan popular; y es un tema muy entretenido
para los músicos, porque sirve para hacer solos virtuosos. A partir de esos
elementos, cada orquesta -fue grabada por todos- le dio su impronta; para mí,
la mejor versión es la de Leopoldo Federico. No pondría a La cumparsita dentro
de las mejores melodías del tango. Es un tema bastante básico; pero a veces es
muy difícil definir lo popular. Dicho esto, es un tango que a mí me encanta. En
un punto, es novedoso, porque permite la variedad melódica, y contiene una
dosis de nostalgia, al mismo tiempo que tiene una gran masculinidad. De modo
que al tocarlo realmente lo disfruto. No lo elijo por famoso, sino porque me
gusta”.“Sedujo a artistas de todas las épocas”
Por Hernán Genovese (Cantor)
“La cumparsita es sinónimo de tango; no sólo aquí ,sino en
todo el mundo. Tal vez porque su partitura habrá llegado a las manos correctas
en el momento justo. Pero seguramente también porque la obra en sí, en su
sencillez al mismo tiempo que en su fuerza, encierra características que la han
llevado a perdurar en la memoria colectiva durante un siglo entero; mérito
reservado para muy pocas obras musicales. La cumparsita tiene además el gran
mérito de ser un clásico que, de alguna manera, ha fijado las formas esenciales
de lo que es la estructura de un tango hasta ahora. Y que sedujo a artistas de
todas las épocas. Hay una versión increíble del tenor Tito Schipa, grabada
entre los ‘20 y los ‘30. Por eso debemos celebrar los 100 años de este tango,
que podríamos decir que forma parte de la banda sonora de nuestras vidas, y que
hasta el día de hoy en todas las casas de tango se toca y se baila como tema
final. Eso nos habla de su vigencia”.
Desde hace varios días la celebración del centenario de La
cumparsita forma parte de la agenda en el Uruguay, donde el domingo, en San
Gregorio de Polanco fue pintada la partitura de la obra a lo largo de 82 metros
de una de las calles de la ciudad.
En el Auditorio Nacional del Sodre de Montevideo, a solo dos
cuadras de donde se estrenó el tema, se realizará una gala durante la cual la
Orquesta Sinfónica del Sodre repasará, bajo la dirección de Martín García, el
tango a lo largo de su historia y homenajeará la célebre creación de Gerardo
Matos Rodríguez. Lo hará en compañía del bandoneonista Raúl Jaurena, con
arreglos y elaboraciones sinfónicas de este prestigioso músico uruguayo, con el
joven pianista Javier Toledo como invitado, y el Ballet Nacional del Sodre.
La Sinfónica ejecutará Tríptico Montevideano, del
prestigioso compositor local Jaurés Lamarque Pons; A media luz, de Edgardo
Donato; Adiós Nonino, de Astor Piazzolla; El choclo, de Angel Villoldo; y el
Tango Suite La cumparsita, de Matos Rodríguez, con arreglos de Jaurena, salvo
en el primer título.
A partir de hoy, los montevideanos también podrán apreciar
una muestra fotográfica sobre Matos Rodríguez en el Parque Rodó, que coordina
el de Centro de Fotografía de Montevideo. En tanto, el sábado, en el teatro
Solís, la Orquesta Filarmónica brindará otro concierto homenaje a este himno
del tango. También fue anunciado el espectáculo La cumparsita-El musical, que
en breve se realizará en el Estadio Centenario
Además, se confirmó que La cumparsita será el tema central
del Día del Patrimonio. En pos de promover estas y otras acciones, fue que en
diciembre del año pasado el parlamento uruguayo aprobó la ley 19.464 que
declaró a 2017 como “el año de celebración” por el siglo de La cumparsita y
dispuso la creación de una Comisión especial que, junto a la Comisión Interministerial
de Apoyo al Tango (CIAT), creada por decreto por el Poder Ejecutivo, viene
trabajando fuerte en el tema. Guillermo Pellegrino Uruguay, especial para
Clarín.
La Cumparsita cumple 100 años
Uruguay prepara numerosos festejos para "el tango más
grande de todos los tiempos"
PUNTA DEL ESTE.- Uruguay sale a golpearse el pecho y
reivindicar la paternidad cultural del tango más grande de todos los tiempos:
comenzó el año de los festejos por el centenario de "La Cumparsita".
Un espectáculo en diciembre, un encuentro de tangos este
sábado 28, el lanzamiento de un museo con actividades especiales para conocer
en profundidad al tango más tocado en el mundo, y una serie de eventos a lo
largo del año para festejar. El feliz cumpleaños será el miércoles 19 de abril
pero los festejos se harán todo el 2017.
Para que no queden dudas, el gobierno de Tabaré Vázquez
decidió marcar la celebración con una ley, que garantice el orden de un festejo
país, en el que los uruguayos buscan despejar dudas sobre la autoría de
"La Cumparsita", que en varias partes del mundo se considera
argentina."El tango como género musical nace en ambas orillas del Río de
la Plata a mediados del siglo XIX, y forma parte de nuestra música popular
ciudadana. Es música nacida de inmigrantes que llegaban a nuestras tierras y
reflejo de la idiosincrasia de la ciudadanía que se iba forjando. A lo largo de
su desarrollo tuvo momentos de declinación, pero 'resurgió como algo propio de
nuestros países del Río de la Plata y ha seguido evolucionando", dice la
exposición de motivos del gobierno en el texto que fue votado en diciembre por
el Parlamento oriental."Sin duda alguna 'La Cumparsita' es reconocida a
nivel nacional e internacional como el tango más emblemático. Fue compuesta por
el uruguayo Gerardo Matos Rodríguez y estrenada el 19 de abril de 1917 en la
confitería La Giralda", agrega el documento.
Todo ha sido motivo de debates y juicios, tanto sobre la
música como respecto a diversas letras que se escribieron. La versión local es
que Matos Rodríguez hizo la música para una marcha de la Federación de
Estudiantes Universitarios del Uruguay, y que recibió arreglos musicales del
argentino Roberto Firpo, que la estrenó en "La Giralda".
El gobierno de Vázquez recordó que en la segunda presidencia
de Julio María Sanguinetti se había votado la Ley N° 16.905, que declara
"La Cumparsita" como "Himno Cultural y Popular de la República
Oriental del Uruguay".
También cita que en el año 2009 el Tango fue incorporado por
UNESCÓ a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad, por iniciativa de los Gobiernos de Montevideo y Buenos Aires y
agrega que "La Cumparsita" representa a nivel mundial el himno de los
tangos.
UN SIGLO “LA
CUMPARSITA”
La Ley N° 19.464 estableció "una Comisión
lnterinstitucional, integrada por representantes de los Poderes Ejecutivo y
Legislativo, órganos de gobierno de la enseñanza pública, representantes de
Gobiernos Departamentales y personalidades destacadas de la sociedad civil, con
experiencia en materia de tango, para concebir, planificar, organizar las
distintas manifestaciones y acciones para proceder a dicha conmemoración en
todo el territorio nacional".
Los festejos comenzaron en diciembre con un espectáculo en
la Plaza Independencia, con la Orquesta Filarmónica de Montevideo y grupos de
rock, tocando el mágico tango.
En esta nota:Tabaré Vázquez
Nelson Fernández
Corresponsal en Uruguay
Martes 31 de enero de 2017 • 22:56
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