EL FÚTBOL COMO ORGANIZADOR DE LA ORGANIZADOR DE LA MASCULINIDAD
La interrelación de los estudios de género con el psicoanálisis ha sido muy fructífera en su indagación de la complejidad de la problemática de la feminidad; recientemente ha comenzando a dirigir su mirada y sus herramientas también a la comprensión de las vicisitudes de la masculinidad.
Este trabajo se inscribe en la preocupación por estudiar
áreas de la vida social con una fuerte presencia masculina que
tienen una gran relevancia en la historia de vida de los
varones de la región.
2
Se verificó que el
fútbol, por lo menos para el caso argentino, se constituye en un área social privilegiada de la constitución de la subjetividad masculina y de relevamiento de la vida cotidiana
de los varones.
Dicha constatación motivó que el Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires, inte
resado por la investigación, debate y producción sobre la
fe-
minidad y la masculinidad de finales de milenio, decidiese
abrir un espacio de reflexión acerca de este campo.
Una de las primeras constataciones realizadas se relaciona
con lo que se denomina captura de la escena deportiva, en la
cual reside gran parte de la fascinación masculina por este
deporte: la impredictibilidad, la sorpresa, la ambigüedad
en-
tre ganar y perder, la creencia en los espectadores de que
su
entusiasmo puede cambiar las oportunidades de su equipo,
la suposición en los jugadores de que otra cosa acontece
cuando
son mirados por el público. Captura ligada a la conforma-
ción del ideal ligado a la masculinidad.
Introducirse en el tema del fútbol tuvo como efecto una
fuerte
conexión con los afectos y los recorridos biográficos, tanto
per-
sonales como de la gente entrevistada en relación con la
bús-
queda de información en el área. A poco de comenzar la
investigación, comencé a percibir que hablar de fútbol es
ha-
blar de un componente muy importante de la vida cotidiana en
nuestra región; es uno de los modos en los cuales se expresa
el
afecto, la pasión y los vínculos. Y también las
construcciones
de género, masculinas y femeninas. El fútbol está sexuado y
pintado de género, o generado, con predominio masculino, aun
cuando en los últimos tiempos aparecen cada vez más mujeres
apasionadas por este deporte. Cabe señalar que no es
novedosa
su presencia en el fútbol, pues siempre hubo gustadoras; lo
nuevo es el fenómeno de entrada masiva en la actualidad.
En cuanto a los varones, se podría señalar que hay una
manera particular de creación de subjetividad masculina en
nuestro país, que se expresa en una distintiva manera de ju-
gar al fútbol que ha ido cambiando con el tiempo. Si se toma
como referencia el modelo utilizado por Birman en “Fazer
estilo criando géneros”, podríamos
afirmar que el fútbol argentino ha cons-
truido un tipo particular de género
masculino en nuestro país y viceversa, el estilo particular
de
construcción de la masculinidad en la Argentina marcó un
estilo en la creación de un fútbol nacional.
Resulta interesante caracterizar entonces el significado
del fútbol en la constitución de la identidad masculina y
en especial de ésta en la Argentina: qué relación existe
entre el fútbol y el hacerse hombre y ser hombre en la
Argentina.
Y como el mismo concepto de género lo señala, por su ca-
rácter relacional, no es posible hablar de un hacerse hombre
que no sea simultáneo a un proceso de hacerse mujer, motivo
por el cual también se hará un recorrido acerca de la
relación
entre el fútbol y el hacerse mujer y ser mujer en la
Argentina.
O dicho de otro modo, de las vicisitudes de devenir mujer
conviviendo con hombres argentinos con una núm. 5 en el
corazón.
Sin duda, en nuestro
país el fútbol se ha constituido como un
organizador de la identidad nacional
Con el número 5 nos
referimos al nombre
popular que adopta
el balón de
fútbol en nuestro
país, derivado del
tamaño utilizado, el
núm. 5,
para este deporte.
casi desde sus inicios, diferenciándose del fútbol
extranjero,
en especial del inglés, del cual es heredero.
Este deporte se constituyó en uno de los modos de trans-
formar a los hijos de inmigrantes en criollos, con base en
las
posibilidades brindadas por la preferencia en el juego, de
la
habilidad por sobre la clase. Las habilidades personales y
el
desarrollo de las mismas por sobre la pertenencia al grupo
de
origen, el triunfo del sujeto por sobre la “sangre”.
Los medios especializados hacían especial hincapié en la
valoración del estilo rioplatense y de la conformación de
una
identidad masculina con características propias de nuestras
pampas, ligada más al potrero que al pizarrón, al arte y a la creatividad más que a la máquina y la potencia.
El potrero era caracterizado por estos medios, reflejando las concepciones
populares, como espacio del hombre libre, de la verdad de-
mocrática. Esta imagen del hombre libre se instituye en
rela-
ción con una virtud masculina importante de conservar: el
estilo infantil y puro. El potrero se constituye en un mundo
de pibes traviesos, pícaros y “vivos”, que escapan de los
co-
legios y de los clubes.
Ya en 1928, el *GRáfico caracteriZaba el estilo criollo, en la descrip-
ción de un jugador como liviano, veloz, afiligranado, con
mayor
habilidad individual y menor acción colectiva; mañoso, con 5
Potrero: Nombre dado
en nuestro país
al terreno deshabitado
donde se suelen
armar espontáneamente las canchas
de fútbol.6 Podemos identificar
aquí algunos rasgos “antimodernos” en la valorización de las virtudes masculinas.
*Publicación especializada
en fútbol que
aún continúa
editándose en el
país.
1
Este trabajo es una
revisión corregida de las ponencias: “La mujer y el fútbol” presentada en
el panel del
mismo nombre en
las jornadas “Fútbol, pasión y negocio”, organizadas por
Futbolistas
Argentinos Agremiados, el
Club Huracán y la
Fundación Banco Patricios
en el
mes de septiembre de 1996, y “Varones argentinos. El fútbol
como organizador de la
masculinidad”, dada a conocer en el panel del mismo nombre en el Foro de Psicoanálisis y
Género de la
Asociación de Psicólogos
de Buenos Aires, el
25 de septiembre
de 1997.
Nota: Se ha
decidido mantener en
la versión escrita el estilo
coloquial que tuvieron
las ponencias.
Si bien se
consideran las diferencias que
existen entre los
diversos países, dadas
por la
idiosincrasia y particularidad de
la cultura local,
creemos que hay
algunos vectores que
coinciden.
También debemos hacer
la salvedad de
aquellos
países de la
región donde este
lugar está ocupado
por el béisbol (Cuba, Venezuela y otros).
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