Juntos pero no atados: la leyenda
Sioux sobre las relaciones de pareja
Parafraseando nuevamente a Lacan ( Lacan, 1973): "No hay relación posible entre los sexos” y de acuerdo con Laurent tampoco la concordancia entre el fantasma masculino y la mística femenina sin embargo, nos dice Lacan está el amor como el único puente que posibilita los encuentros y el sostenimiento aunque no perenne de los partenaires pero eso, es otra historia que a cada cual le tocará escribir una, dos, o acaso muchas más veces o, ninguna.
Parafraseando nuevamente a Lacan ( Lacan, 1973): "No hay relación posible entre los sexos” y de acuerdo con Laurent tampoco la concordancia entre el fantasma masculino y la mística femenina sin embargo, nos dice Lacan está el amor como el único puente que posibilita los encuentros y el sostenimiento aunque no perenne de los partenaires pero eso, es otra historia que a cada cual le tocará escribir una, dos, o acaso muchas más veces o, ninguna.
Corregido por Lic.Diana Sofia Gurny
Según una antigua y bella leyenda Sioux para que una pareja
perdure y sea feliz los dos miembros deben volar juntos uno al lado del otro
pero jamás atados, jamás siendo esclavos. Porque el amor auténtico no encadena,
sino que une dos individualidades en un mismo proyecto sin que ninguno de los
dos tenga que renunciar a su propio ser, a su propia identidad.
Resulta curioso como la antigua sabiduría de los nativos
americanos sigue a día de hoy, inspirándonos con sus historias, con sus
leyendas a instantes mágicas, pero capaces siempre de favorecer en nosotros un
valioso despertar al contarnos hechos que de algún modo, continúan siéndonos
útiles y significativos. De entre toda esta antropología de saberes, es casi
siempre el pueblo Sioux quien más nos han aportado gracias a su vasto tesoro
cultural.
“Uno a uno, todos somos mortales. Juntos, somos eternos”
-Apuleyo-
A ellos les debemos por ejemplo la leyenda del atrapasueños,
y a ellos también este regalo en forma de fábula donde se nos da una lección
sencilla pero rotunda sobre cómo se construye una relación de pareja estable y
feliz. A su vez, y como dato de interés, cabe recordar que tenemos a nuestro
alcance el apasionante libro “Cuentos y leyendas de los indios Sioux” de
Zitkala-Ša.
Esta interesante autora fue la primera india sioux educada
en occidente, defensora también de las tradiciones de su pueblo, violinista y
ante todo activista. Es ella quien nos aportó a principios del siglo XX parte de su legado cultural a través de unos
textos sencillos a la vez que maravillosos, donde se encuentra esta deliciosa
leyenda en la que ahora queremos profundizar.
El amor, el individuo y la pareja para los Sioux
El amor, el individuo y la pareja para los Sioux
Cuenta una vieja leyenda que una joven pareja de indios
Sioux acudió una mañana a visitar al chamán de su poblado. Vivían cerca de Paha Sapa, las actuales Colinas negras,
consideradas sagradas para este pueblo. El joven era un valiente guerrero, y en
su corazón habitaba la honorabilidad y la nobleza por igual. En Nube alta, la
muchacha de ojos rasgados y cabellera abundante, también brillaba la decisión y
ante todo, ese amor profundo por el que iba a ser su esposo.
La razón por la que se habían decidido a visitar el chamán
era muy importante para ellos: tenían miedo, temían que su compromiso, que ese
amor devoto y firme que ahora se profesaban se rompiera de alguna forma. Temían
incluso fallecer y no poder encontrarse en el más allá. Deseaban que el anciano
brujo les diera un remedio, un sortilegio o un conjuro para que su amor fuera
eterno.
El reto
El viejo chamán los miró unos instantes a ambos con su
rostro aguileño y cuajado de años. Se fumó unas cuantas pipas, arrugó el ceño,
se aclaró la voz para después, coger la mano de la muchacha:
-Si deseas
conservar a tu lado a tu amado durante largo tiempo deberás emprender un viaje.
No va a ser fácil, te lo advierto. Subirás a esa colina que ves allá al fondo y
cazarás con tus propias manos a un halcón, el más fuerte, el más hermoso.
Después, deberás traerlo aquí vivo el
tercer día después a la Luna llena.
A continuación, el chamán se volvió hacia el joven guerrero.
-En cuanto a ti,
debes saber que tu tarea va a ser igual de compleja y sacrificada. Tienes que
subir la montaña más alta de nuestro poblado y cazar un águila. La más bella,
la más vigorosa, la más salvaje. Deberás traerla aquí el mismo día que tu amada.
El resultado
La joven muchacha sioux y su amado cumplieron con el reto
propuesto por el anciano chamán. Ella llevaba en una bolsa de piel a un halcón.
El joven guerrero, portaba a su águila. La más hermosa, la más fuerte. Cuando
llegaron hasta el viejo brujo, ambos preguntaron cuál iba a ser el siguiente
paso: ¿Sacrificar a las aves y bañarnos con su sangre, quizá?-preguntaron.
– Ahora debéis
hacer lo que os digo: coged a las aves y atadlas con una tira de cuero por las
patas. De manera que una quede atada a la otra y viceversa. Después, deberéis
soltarlas para que vuelen libres.
Cuando ambos cumplieron con lo ordenado, se quedaron
atónitos y sin palabras al ver el resultado. Cuando las dos aves intentaron
alzar el vuelo, lo único que consiguieron fue caer una y otra vez. Frustradas y
llenas de ira, empezaron a picotearse la una a la otra.
El viejo chamán fue hasta ellas y las soltó. Este es el
conjuro que voy a daros: aprended de lo que acabáis de ver. Si os atáis el uno
al otro, aunque sea con amor, lo único que vais a conseguir es arrastraros,
lastimaros y ser infelices. Si deseáis que vuestro amor perdure: volad juntos
bien alto pero jamás atados. Porque el verdadero amor une pero no encadena.
La pareja emocionalmente ecológica: juntos pero nunca atados
“Juntos pero no atados” , de Jaume Soler y Mercè Conangla es
otro libro igual de interesante que profundiza a la perfección en esta idea
central que nos aporta la antigua leyenda Sioux. Lo que nos proponen estos
autores es que seamos capaces de construir lo que ellos han denominado una
adecuada “ecología emocional”.
“La capacidad de
reír juntos… eso sí que es amor”
-Françoise Sagan-
En el complejo reto de afianzar una relación de pareja
estable, feliz, madura y enriquecedora, es necesario equilibrar fuerzas y
espacios y crear una alquimia donde “ser uno sin dejar de ser dos”. Es
necesario a su vez, no perder nunca el territorio de la identidad, el espacio
del amor propio, el jardín de la autoestima y ese salón privado donde habitan
los propios sueños y todo aquello que nos define.
Por otro lado, y para concluir, cabe recordar también que
esta leyenda y el propio principio de ecología emocional, puede aplicarse a
cualquier tipo de relación, ya sea en una amistad e incluso en un vínculo paterno-filial.
Porque al fin y al cabo, en cualquier unión estamos obligados a salvaguardar
los espacios individuales para poder preservar así la magia de esa alianza.
Valeria
Sabater Psicologa y escritora, 30, Mayo 2017 en Psicología
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