5 buenas razones para acudir al psicólogo
Compartido por Lic Diana S Gurny
De Paticia Alvarez
La decisión de solicitar ayuda profesional no siempre es fácil, ni
se toma de manera rápida, la mayor parte de las veces responde a un proceso por
el cual vas tomando conciencia, poco a poco, de que el mero transcurrir de los
días no te trae la solución.
En algunos casos, la visita a al psicólogo llega cuando te encuentras
verdaderamente mal y las limitaciones en tu vida cotidiana son más que
significativas. Quizá no te guste oír lo que voy a decirte, pero allá va:
“No siempre puedes tú solo, no tienes por qué saber de todo”
De la misma manera que permanecer con un dolor recurrente durante meses en
el estómago (sin poder comer) y sin ir al médico, no tiene mucho sentido,
tampoco lo tiene aguantar el dolor emocional sin más.
Si tienes malestar o preocupación que te provoca sufrimiento a lo largo
del tiempo y limita tu libertad para elegir lo que te gustaría hacer,
entonces pregunta, consulta. Hay una serie de ventajas de las que vas a poder
beneficiarte casi inmediatamente, y otras cuantas de las que disfrutarás a
medio y largo plazo.
¿Quieres saber qué puedes encontrar en una consulta de psicología? Lee con
atención algunas de las grandes razones para dejarte ayudar por un
profesional:
5 razones para ir al psicólogo (o a la psicóloga)
#1. Un espacio y un tiempo para ti
Sí, tal vez parece algo muy obvio e insignificante, pero es necesario.
Cuando se lleva mucho tiempo anteponiendo las necesidades de los demás a las tuyas,
te aseguro que se convierte en un bien preciado.
Cuando no encuentras un apoyo externo o tienes miedo de preocupar a los que
quieres con tus problemas; encontrar un momento y un lugar reservados
únicamente para ti y para expresar lo que te inquieta, es reconfortante.
De hecho, puede que ir a psicoterapia sea una de las primeras cosas que
hagas para empezar a cuidarte y a dedicarte atención.
#2. Sentirte escuchado sin juicios de valor o
dogmatismo
- El psicólogo no oye tus problemas, te escucha a ti como persona: tu lenguaje, tus gestos, tus emociones, tus reacciones, tus elecciones, etc.
- Observa, recoge y evalúa, pero no te examina para calificar de buena o reprobable tu conducta.
- Necesita conocerte en profundidad y hacer una valoración exhaustiva de tus pensamientos, sentimientos y conductas para saber mirar por tus ojos.
- Le interesa profundamente conocer cómo ves el mundo y como interactúas con él, pero en las sesiones no te sentirás juzgado, ni condenado, porque ese no es el rol del terapeuta ni forma parte de sus competencias.
#3. Un espejo y una toma de conciencia
A veces en medio del dolor que sientes, tiendes a evitar pensar en lo
que te asusta o preocupa, e incluso negarlo.
En la psicoterapia encontrarás una ayuda para tomar conciencia de lo que te
está ocurriendo, para verbalizar tus miedos, para darte cuenta de la parte de
responsabilidad (que no culpabilidad) que tienes en tu problema. El
terapeuta te hará de espejo y te reflejará lo que estás transmitiendo y
exteriorizando. Y ya sabes que saber lo que te pasa suele ser el primer
peldaño en la escalera de la recuperación.
#4. Un punto de vista objetivo y profesional
Un psicólogo no va a opinar desde sus vivencias o valores, ni desde el
afecto, puesto que no tiene un vínculo contigo. Te propondrá:
- una hipótesis explicativa de tu problema a partir de la Psicología como ciencia, siguiendo criterios clínicos para establecer un diagnóstico. “Qué te pasa”
- un tratamiento personalizado y adaptado a tus necesidades. “Cómo solucionarlo”
#5. Herramientas para comprender y gestionar tus
emociones, pensamientos y conductas
En una consulta de psicología puedes iidentificar y cambiar pensamientos distorsionados y patrones de conducta que te generan
malestar, además de desarrollar nuevas habilidades para alcanzar tus objetivos.
En definitiva, encuentras un asesoramiento que te dota de recursos, técnicas y
estrategias para que seas tú mismo el que resuelva tu problema.
Ir al psicólogo es una buena idea, porque esperar a que las cosas cambien por sí solas ya sabes que no te
funciona. En la psicoterapia tienes una oportunidad, que no la única, de ser
agente activo de tu vida.
¿Se te ha pasado por la cabeza ir al psicólogo alguna vez? ¿Eres consciente
de las grandes ventajas de dejarte ayudar profesionalmente?
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