Teoría del apego
Para los bebés y niños, el «objetivo» del sistema conductual
del apego es lograr o mantener la proximidad a las figuras de apego, por lo
general los padres.
El apego es transversal en todas las comunidades humanas,
aun en otros mamíferos.
La teoría del apego es la teoría que describe la dinámica de
largo plazo de las relaciones entre los seres humanos. Su principio más
importante declara que un recién nacido necesita desarrollar una relación con
al menos un cuidador principal para que su desarrollo social y emocional se produzca
con normalidad. La teoría del apego es un estudio interdisciplinario que abarca
los campos de las teorías psicológicas, evolutivas y etológicas. Inmediatamente
después de la Segunda Guerra Mundial, los
huérfanos y sin hogar presentaron muchas dificultades,1 y la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) le pidió al psiquiatra y psicoanalista John Bowlby
que escribiera un folleto sobre el tema, que él tituló privación materna. La teoría del apego surgió de su trabajo
posterior sobre las cuestiones planteadas.
Los bebés se apegan a los adultos que son sensibles y
receptivos a las relaciones sociales con ellos, y que permanecen como
cuidadores consistentes por algunos meses durante el período de cerca de seis
meses a dos años de edad. Cuando el bebé comienza a gatear y caminar, empieza a
utilizar las figuras de apego (personas conocidas) como una base segura para
explorar más y regresar de nuevo a ellos. La reacción de los padres lleva al
desarrollo de patrones de apego y estos, a su vez, conducen a modelos internos
de trabajo que guiarán las percepciones individuales, emociones, pensamientos y
expectativas en las relaciones posteriores.2 La ansiedad por la separación o el
dolor tras la pérdida de una figura de apego se considera una respuesta normal
y adaptativa de un recién nacido apegado. Estos comportamientos pueden haber
evolucionado debido a que aumentan la probabilidad de supervivencia del niño.3
El comportamiento infantil asociado al apego es
principalmente la búsqueda de la proximidad a una figura de apego. Para
formular una teoría completa sobre la naturaleza de los vínculos afectivos
prematuros, Bowlby exploró una variedad de campos, incluyendo la biología
evolutiva, la teoría de la relación de objeto (una rama del psicoanálisis), la
teoría de sistemas de control, y los campos de la etología y psicología
cognitiva.4 Después de documentos preliminares de 1958, Bowlby publicó un
estudio exhaustivo en tres volúmenes Apego, Separación y Pérdida (1969-82).
Las investigaciones realizadas por la psicóloga del
desarrollo Mary Ainsworth en la década de 1960 y 70 reforzaron los conceptos
básicos, introdujeron el concepto de «base segura»5 y desarrollaron la teoría
de un número de patrones de apego en recién nacidos: apego seguro, apego inseguro-evitativo y apego inseguro-ambivalente.
Posteriormente, fue identificado un cuarto padrón, el apego desorganizado.6
En la década de 1980, la teoría se extendió al apego en
adultos.7 Otras interacciones pueden ser interpretadas como componentes de la
conducta de apego, que incluyen relacionamientos entre pares en cualquier
franja etaria, atracción romántica y sexual y reacciones a la necesidad de
cuidar del recién nacido, enfermos o ancianos.
En los albores de la teoría, los psicólogos académicos criticaron a Bowlby, y la comunidad
psicoanalítica lo aisló por su alejamiento de los principios psicoanalíticos;8
sin embargo, la teoría del apego se convirtió, desde ese entonces, en «el
abordaje dominante para entender el desarrollo social temprano, y dio origen a
un gran aumento de investigación empírica sobre la formación de una estrecha
relación en los niños».9 Críticas posteriores a la teoría del apego se refieren
al temperamento, a la complejidad de las relaciones sociales y a las
limitaciones de los modelos discretos para las clasificaciones. La teoría del apego se ha modificado de
manera significativa como resultado de la investigación empírica, pero, en
general, los conceptos se han vuelto aceptados.8 La teoría del apego ha servido
de fundamento de nuevas terapias y ha esclarecido las ya existentes, y sus
conceptos han sido usados en la formulación de políticas y la protección social
de los niños para apoyar las relaciones de vinculación de los niños.10
Apego
Si bien es común que la madre sea la primera figura de
apego, los niños formarán vínculos con cualquier cuidador que sea sensible y
receptivo a las interacciones sociales con ellos.
Dentro de la teoría, apego significa un vínculo afectivo o
enlace entre un individuo y una figura de apego (por lo general un cuidador).
Estos enlaces pueden ser recíprocos entre dos adultos, pero entre el niño y el
cuidador se basan en las necesidades de seguridad y protección del niño,
fundamentales en la infancia. La teoría propone que los niños se apegan
instintivamente a quien cuida de ellos, con el fin de sobrevivir, incluyendo el
desarrollo físico, social y emocional. La meta biológica es la supervivencia, y
la meta psicológica es la seguridad. La
teoría del apego no es una descripción exhaustiva de las relaciones humanas, ni
es sinónimo de amor o afecto, aunque estos puedan indicar que existen los
vínculos. En relación niño-adulto, el vínculo entre el niño se llama
«apego» y el equivalente recíproco del cuidador se clasifica como «enlace de
cuidado».
Los recién nacidos establecen enlaces afectivos con
cualquier cuidador compatible que sea sensible y receptivo en interacciones
sociales con ellos. La calidad del compromiso social es más influyente que la
cantidad de tiempo invertido. La madre biológica es, normalmente, la figura
principal de apego, pero el papel puede ser tomado por cualquier persona que se
comporte comparativamente de una manera «maternal» durante un período. En la
teoría del apego, esto significa un conjunto de comportamientos que envuelven
una activa interacción social con el recién nacido y reacciones inmediatas a
las señales y abordajes. Nada en la teoría sugiere que el padre, u otros, no
estén igualmente susceptibles a convertirse en las principales figuras de
apego, basta que ellas provean la mayor parte del cuidado y de la interacción
social al niño en cuestión. Algunos bebés direccionan el comportamiento del
apego (búsqueda por proximidad) a más de una figura tan pronto como empiezan a
para discriminar entre los cuidadores, la mayoría viniéndolo a hacer durante su
segundo año. Estas cifras se organizan jerárquicamente, con la principal figura
de apego en la parte superior.
El conjunto de metas del sistema de comportamiento de apego
es la de mantener un vínculo con una figura de apego accesible y disponible.
«Alarma» es el término usado para la activación del sistema conductual del
apego causado por el miedo o el peligro. «Ansiedad» es la anticipación o el
miedo de ser descartado por la figura de apego. Si la figura no está disponible
o no responde, ocurre la angustia de separación. En los recién nacidos, la
separación física puede causar ansiedad y rabia, seguida por tristeza y
desesperación. A los tres o cuatro años de edad, la separación física no es más
una amenaza a los vínculos del niño con la figura de apego. Surgen amenazas a
la seguridad en los niños mayores y adultos a partir de la ausencia prolongada, interrupción en la comunicación,
indisponibilidad emocional o signos de
rechazo o abandono.
Comportamientos
Los patrones de apego
inseguro pueden comprometer la explotación y la conquista de la
autoconfianza. Un bebé con patrones de apego seguro es libre para concentrarse
en su medio ambiente.
El sistema conductual del apego sirve para mantener o lograr
una mayor proximidad a la figura de apego. Los comportamientos pre-apego se producen
en los primeros seis meses de vida. Durante la primera fase (las primeras ocho
semanas), los niños sonríen, balbucean y lloran para atraer la atención de los
cuidadores. Aunque los niños de esta edad aprendan a diferenciar los
cuidadores, estos comportamientos están dirigidos a cualquier persona que esté
cerca. Durante la segunda fase (dos a seis meses), el bebé aumenta su capacidad
para discriminar entre adultos conocidos y desconocidos, por lo que es más
receptivo al cuidador; seguir y asegurarse se añaden a la gama de
comportamientos. El apego claro y cierto se desarrolla en la tercera fase, de
entre seis meses y dos años. El comportamiento del bebé en relación con el
cuidador se organiza sobre la base de un comportamiento intencional para lograr
las condiciones que lo hagan sentirse seguro.Al final del primer año, el bebé
es capaz de demostrar una serie de comportamientos de apego destinadas a
mantener la proximidad. Estos se manifiestan como protesta contra la partida
del cuidador, saludando a su regreso, aferrándose a él cuando se asusta y le
acompañará cuando pueda. Con el desarrollo de la locomoción, el bebé comienza a
usar el cuidador o cuidadores como una base segura para explorar. La
exploración del bebé es mayor cuando el cuidador está presente, debido a que su
sistema de apego está relajado y libre de explorar. Si el cuidador está
inaccesible o no responde, la conducta de apego se muestra con más fuerza.
La ansiedad, el miedo, la enfermedad y la fatiga provocarán
en el niño un aumento de los comportamientos de apego. Después del segundo año,
cuando el niño comienza a ver al cuidador como una persona independiente, se
forma una asociación corregida por objetivos más complejos. Los niños empiezan
percibir objetivos y los sentimientos de los demás y planifican sus acciones en
consecuencia. Por ejemplo, mientras que los recién nacidos lloran por el dolor,
los bebés de dos años lloran para llamar a sus cuidadores, y si eso no
funciona, lloran más fuerte, se callan o van tras el cuidador.
Principios
Los comportamientos de apego y las emociones humanas son
adaptables. La evolución humana trajo como consecuencia la selección de los
comportamientos sociales que hacen la supervivencia del individuo o del grupo
más probable. El comportamiento de apego más comúnmente observado en niños de
brazos que están cerca de personas familiarizadas tendrían ventajas claras en
el ambiente de la adaptación primitiva, y tiene esas ventajas hoy en día.
Bowlby consideró el entorno de adaptación primitiva similar a las actuales sociedades
cazadoras-recolectoras. Existe una ventaja de supervivencia en la capacidad de
percibir condiciones potencialmente peligrosas, tales como la ignorancia, la
soledad o la aproximación rápida. Según Bowlby, la búsqueda de la proximidad a
la figura de apego frente a la amenaza es el objetivo del sistema conductual
del apego.
El sistema de apego es muy robusto y los humanos jóvenes
crean vínculos con facilidad, incluso en circunstancias nada ideales. A pesar
de esta robustez, una separación significativa de un cuidador conocido –o
cambios frecuentes de cuidadores que impiden el desarrollo del apego– pueden
resultar en psicopatologías en algún punto futuro en la vida. Los recién
nacidos en sus primeros meses no tienen preferencia por sus padres biológicos o
por extraños. Las preferencias por ciertas personas, además de los
comportamientos que soliciten su atención y cuidado, son desarrolladas durante
un período considerable de tiempo. Cuando un recién nacido se irrita por su
separación del cuidador, esto indica que el enlace afectivo ya no depende de la presencia del cuidador,
pero es de naturaleza permanente
Las experiencias prematuras con los cuidadores dan como
consecuencia la aparición progresiva de un sistema de pensamientos, recuerdos,
creencias, expectativas, emociones y comportamiento acerca de sí mismo y de los
otros.
El período crítico de Bowlby, que va
desde los seis meses a dos o tres años, ha sido modificado para un abordaje
menos radical. Hay un período sensible durante el cual es muy
deseable desarrollar vínculos selectivos, pero este período es más grande y el
efecto es menos fijo e irreversible que el propuesto originalmente. Con más
investigación, los autores, examinando la teoría del apego, han evaluado que el
desarrollo social se ve afectado tanto por las relaciones iniciales como
posteriores. Los primeros pasos en la vinculación se producen más fácilmente si
el recién nacido tiene un cuidador, o el cuidado ocasional de un pequeño número
de otras personas. Según Bowlby, casi desde el principio, muchos niños tienen
más de una figura a quién ellas dirigen el comportamiento de apego. Estas
cifras no son tratadas de la misma manera, para un niño, hay una fuerte
tendencia en dirigir el comportamiento de apego a una persona en particular,
principalmente. Bowlby utiliza el término "«monotropia» para describir
esta tendencia. Los investigadores y teóricos han abandonado este concepto en
la medida en que puede ser tomado en el sentido de que el relacionamiento con la
figura especial difiere cualitativamente de aquel con otras figuras. Por el
contrario, el pensamiento actual postula la existencia de jerarquías definidas
de relacionamientos.
Las experiencias prematuras con los cuidadores dan
gradualmente origen a la aparición progresiva de un sistema de pensamientos,
recuerdos, creencias, expectativas, emociones y conductas sobre sí mismo y los
demás. Este sistema, llamado «modelo interno de funcionamiento de relaciones
sociales», continúa desarrollándose con el tiempo y la experiencia. Los modelos
internos regulan, interpretan y predicen la relación entre el comportamiento de
unión en sí mismo y en la figura de apego. A medida que ellas se desarrollan de
acuerdo con los cambios en su medio ambiente y desarrollo, incorporan la
capacidad de reflexionar y comunicarse sobre las relaciones de apego pasadas y
futuras. Ellos permiten que los niños jueguen con los nuevos tipos de
interacciones sociales, sabiendo, por ejemplo, que un recién nacido deben ser
tratado de manera diferente que un niño mayor, o las interacciones con los
maestros y los padres comparten características. Este modelo interno de trabajo
continúa desarrollándose hasta la edad adulta, ayudando a hacer frente a las
amistades, el matrimonio y la paternidad, los cuales implican diferentes comportamientos
y sentimientos. El desarrollo del apego es un proceso transitorio. Los
comportamientos específicos de apego comienzan con conductas predecibles
aparentemente innatas, en la infancia. Ellos
cambian con la edad de maneras que se determinan, en parte, por la experiencia
y, en parte por factores situacionales. Como las conductas de apego cambian con
la edad, lo hacen de maneras moldeadas por las relaciones. El comportamiento de
un niño cuando se une con su cuidador está determinado no sólo por cómo el
cuidador ha tratado al niño antes, sino también por la historia de los efectos
que el niño tiene sobre el cuidador.
Cambios en apego durante la infancia y la adolescencia
Continuamente la edad, el desarrollo cognitivo y la
experiencia social promueven el desarrollo y la complejidad del modelo interno
de trabajo. Las conductas de apego del período recién-nacido/niño de pecho
pierden algunas de sus características típicas y asumen las tendencias relacionadas
con la edad. El período preescolar implica el uso de la negociación y gangas.Por
ejemplo, los niños de cuatro años se angustian por la separación, si ellos y
sus cuidadores ya han negociado un plan común para la separación y reunión.
Los compañeros se vuelven importantes en la infancia media y
tienen una influencia distinta de los padres.
Idealmente, estas habilidades sociales son incorporadas por
el modelo interno de funcionamiento para ser usados con otros niños y, más
tarde, con pares adultos. Cuando los niños mudan a los años de la escuela en
torno a seis años de edad, la mayoría desarrolla una asociación corregida meta
con los padres, en la que cada participante está dispuesto a ceder con el fin
de mantener una relación gratificante.33 Durante la tercera infancia (7-11
años), la meta del sistema conductual del apego cambia de proximidad a la
figura de apego a la disponibilidad. Generalmente, un niño queda satisfecho con
largas separaciones, con la condición de que el contacto –o la capacidad para
reunirse físicamente, si es necesario– estén disponibles. Las conductas de apego, como aferrarse y seguir al cuidador disminuye y aumenta la autoconfianza. Contradictorio? Durante
la tercera infancia, puede haber un cambio en relación con la co-regulación
mutua de base segura en el que cuidador y el niño negocian métodos de mantener
una comunicación y supervisión, mientras el niño se mueve hacia un mayor grado
de independencia.
En la primera infancia, las figuras paternas permanecen como
el centro del mundo social del niño, aunque pasen largos períodos de tiempo
sobre cuidado alternativo. Esto disminuye gradualmente, sobre todo durante la
entrada del niño en la educación formal. Los modelos de apego de la escuela de
los niños pequeños suelen ser evaluados en relación a las cifras concretas,
como los padres y otros cuidadores. Parece que hay limitaciones en el
pensamiento de los niños que restringen su capacidad para integrar las
experiencias de relación en un único modelo general. En general, los niños
comienzan a desarrollar un único modelo general de las relaciones de apego en
la adolescencia, aunque esto ya se puede producir en la tercera infancia.
Las relaciones con los padres tienen una influencia en el
niño que es distinta de la relación padre-hijo, aunque este último pueda
influenciar en la forma de la relación del niño con sus semejantes. Aunque sus
compañeros se vuelvan importantes en la infancia media, la evidencia sugiere
que no se convierten en una figura de apego, aunque los niños puedan dirigir
las conductas de apego a sus compañeros, si las figuras parentales no están
disponibles. Las relaciones con los compañeros tienden a surgir en la
adolescencia, aunque los padres sigan siendo figuras de apego. Con los
adolescentes, el papel de las figuras parentales es estar disponible cuando sea
necesario, mientras que el adolescente hace excursiones al mundo exterior.
Postulados de apego
Gran parte de la teoría del apego fue esclarecida por la
metodología innovadora y los estudios observacionales de Mary Ainsworth,
particularmente aquellos realizados en Escocia y Uganda. El trabajo de
Ainsworth amplió los conceptos de la teoría y permitió tests empíricos de sus
principios. Usando la formulación inicial de Bowlby, realizó una investigación
observacional con pares padre/madre-bebé (o díada) durante el primer año del
niño, combinando extensas visitas a domicilio con el estudio del comportamiento
en situaciones particulares. Esta investigación inicial fue publicada en 1967
en un libro titulado Infancy in Uganda (Infancia en Uganda). Ainsworth
identificó tres estilos de apego, o
patrones, que un niño puede tener con las figuras de apego: seguro, evitativo (inseguro) y ambivalente
o resistente (inseguro). Ella desarrolló un procedimiento conocido como el
Protocolo de Situación Extraña como la parte de laboratorio de su estudio más
amplio, para evaluar el comportamiento de la separación y reencuentro. Esta es
una herramienta de investigación estandarizada que se utiliza para evaluar los
patrones de apego en bebés y niños en brazos. Al crear tensiones diseñados para
activar la conducta de apego, el procedimiento pone de manifiesto cómo los
niños pequeños usan a su cuidador como fuente de seguridad. El cuidador y el
niño se colocan en un cuarto de juegos familiar, mientras que un investigador
registra comportamientos específicos, observando a través de un espejo
unidireccional. En ocho episodios diferentes, el niño experimenta separación /
reunión con el cuidador y la presencia de un extraño desconocido.
El trabajo de Ainsworth atrajo a muchos estudiosos en este
campo en los Estados Unidos, inspirado investigaciones y desafiando el dominio
del conductismo. Las investigaciones posteriores realizadas por Mary Main y sus colegas de la Universidad
de California en Berkeley identificaron un cuarto patrón de vinculación,
llamado apego desorganizado / desorientado. El nombre refleja la falta de
una estrategia coherente para hacer frente a estos niños.
El tipo de apego desarrollado por los recién nacidos depende
de la calidad de la atención que reciben. Cada patrón de apego está asociado a
un cierto patrón de comportamiento característico, como se describe en la
siguiente tabla:
Patrón de comportamiento del niño y del cuidador antes de
los 18 meses de edad37 39 Patrón
de apego Niño
Cuidador
Seguro Utiliza el cuidador como una
base segura para la exploración. Protesta contra la partida del cuidador y
busca proximidad, y es consolado por la espalda, volviendo a la exploración.
Puede ser consolado por extraños, pero muestra una clara preferencia por el
cuidador. Reacciona de forma
apropiada, rápida y consistente a las necesidades. El cuidador formó, con éxito
un vínculo paternal seguro con el niño.
Ansioso
Ceñido, incapaz de hacer frente a las ausencias del cuidador. Busca garantías constantemente. Excesivamente protector del niño, y no puede permitir la toma de riesgos, y no da paso hacia la independencia.
Ceñido, incapaz de hacer frente a las ausencias del cuidador. Busca garantías constantemente. Excesivamente protector del niño, y no puede permitir la toma de riesgos, y no da paso hacia la independencia.
Ambivalente/Resistente
No se puede utilizar el cuidador como una base segura, buscando la proximidad antes de que ocurra la separación. Se irrita con la separación con ambivalencia, rabia, renuencia a acurrucarse al cuidador y enseguida volver a jugar. Se preocupa por la disponibilidad del cuidador, buscando contacto, pero resistiendo furiosamente cuando es alcanzado. No es aliviada fácilmente por extraños. En este relacionamiento, el niño siempre se siente ansioso porque la disponibilidad del cuidador nunca es consistente. Inconsistente entre las respuestas apropiadas y negligentes. Por lo general, reacciona sólo después de aumento de la conducta de apego del recién nacido.
No se puede utilizar el cuidador como una base segura, buscando la proximidad antes de que ocurra la separación. Se irrita con la separación con ambivalencia, rabia, renuencia a acurrucarse al cuidador y enseguida volver a jugar. Se preocupa por la disponibilidad del cuidador, buscando contacto, pero resistiendo furiosamente cuando es alcanzado. No es aliviada fácilmente por extraños. En este relacionamiento, el niño siempre se siente ansioso porque la disponibilidad del cuidador nunca es consistente. Inconsistente entre las respuestas apropiadas y negligentes. Por lo general, reacciona sólo después de aumento de la conducta de apego del recién nacido.
Evitativo
Poco intercambio afectivo en el juego. Poca o ninguna irritación con la salida, poca o ninguna respuesta visible al volver, ignorando o alejándose sin ningún esfuerzo para mantener contacto, se asegura. Trata al extraño de manera similar al cuidador. El niño siente que no hay apego, por lo tanto el niño es rebelde y tienen baja autoimagen y autoestima. Pequeña o ninguna a la irritación del niño. Desalienta el lloro y alienta la independencia.
Poco intercambio afectivo en el juego. Poca o ninguna irritación con la salida, poca o ninguna respuesta visible al volver, ignorando o alejándose sin ningún esfuerzo para mantener contacto, se asegura. Trata al extraño de manera similar al cuidador. El niño siente que no hay apego, por lo tanto el niño es rebelde y tienen baja autoimagen y autoestima. Pequeña o ninguna a la irritación del niño. Desalienta el lloro y alienta la independencia.
Desorganizado
Vuelven los estereotipos como si tuviera frío o se balanceara. La falta de una estrategia coherente de apego demuestra comportamientos contradictorios y / o confundidos, cómo acercarse, pero con el rostro boca abajo.Comportamiento asustado o asustador, intrusión, retiro, negatividad, confusión de roles, errores de comunicación afectiva y los malos tratos. Muy a menudo asociado a muchas formas de abuso infantil.
Vuelven los estereotipos como si tuviera frío o se balanceara. La falta de una estrategia coherente de apego demuestra comportamientos contradictorios y / o confundidos, cómo acercarse, pero con el rostro boca abajo.Comportamiento asustado o asustador, intrusión, retiro, negatividad, confusión de roles, errores de comunicación afectiva y los malos tratos. Muy a menudo asociado a muchas formas de abuso infantil.
La presencia de un vínculo se diferencia por su calidad. Los
recién nacidos forman vínculos si hay alguien para interactuar con ellos,
incluso si son maltratados. Las diferencias individuales en las relaciones
reflejan la historia de la atención, ya que los bebés comienzan a predecir el
comportamiento de los cuidadores a través de las repetidas interacciones. El
foco es la organización (estándar) en lugar de la cantidad de conductas de
apego. Los patrones de apego inseguro no
son ideales, pues ellos pueden comprometer la exploración, la autoconfianza y
el conocimiento más profundo del ambiente. Sin embargo, los patrones de
inseguridad también son adaptativos, ya que son reacciones apropiadas a la
indiferencia del cuidador. Por ejemplo, en el patrón de evitación, para
minimizar las expresiones de unión, incluso bajo condiciones de amenaza leve,
evitará alejar a los cuidadores que ya están rechazados, dejando, así, la posibilidad
de respuesta en el caso de que surja una amenaza más grave.
Cerca del 65 % de los niños en la población en general
pueden ser clasificados teniendo un patrón de apego seguro, con el 35 %
restante se divide entre las clasificaciones inseguras. Las investigaciones
recientes han tratado de comprobar hasta qué punto la clasificación de apego
parental predice la clasificación de sus hijos. Las percepciones de los padres
de sus propios vínculos en infancia fueron utilizados para predecir la clasificación
de sus hijos en el 75 % del tiempo.43 44 45
A corto plazo, la
estabilidad de las clasificaciones de apego es alta, pero, a largo plazo, se
hace más pequeña. Parece que la estabilidad de la clasificación está conectada
a la estabilidad en las condiciones de cuidado inferido. Los eventos
estresantes o negativos –como la enfermedad, la muerte, el abuso o el divorcio–
se asocian a los patrones de inestabilidad de la infancia al comienzo de la
edad adulta, particularmente de seguro a inseguro. Por otra parte, estas
dificultades reflejan, algunas veces, levantamientos en la vida privada de las
personas, que pueden cambiar. En ocasiones, las reacciones de los padres
cambian con el desarrollo del niño, cambiando también la clasificación de
inseguro a seguro. Las transformaciones fundamentales pueden y toman lugar
después del período crítico inicial. Los
niños abusados o descuidados físicamente son menos propensos a desarrollar
apegos seguros,se convierten en demandantes incondicionales y sus
clasificaciones inseguras tienden a persistir a lo largo de los años
preescolares. La negligencia está asociada únicamente a las organizaciones
inseguras, y las tasas de apego desorganizado están marcadamente elevadas en los
recién nacidos maltratados.
Esta situación se complica por las dificultades en la evaluación
de la clasificación del apego en los grupos de mayor edad. El procedimiento de
la situación extraña es sólo para las edades de tan solo 12 a 18 meses; hay
versiones adaptadas para los niños en edad preescolar. Se han desarrollado
técnicas para permitir la determinación verbal del estado mental del niño con
respecto a la vinculación. Un ejemplo es la «historia estándar» en el que un
niño se le da el comienzo de una historia que plantea cuestiones de fianza y se
le pide que la complete. Para niños mayores, adolescentes y adultos, se
utilizaron entrevistas semi-estructuradas, en las que el tipo de contenido
retransmitido puede ser tan importante como el contenido mismo Sin embargo, no
existen medidas validadas sustancialmente de unión para la niñez media y la
preadolescencia (aproximadamente 7-13 años de edad).Algunos autores han
cuestionado la idea de que una taxonomía de categorías que representan una
diferencia cualitativa en las relaciones de apego pueda ser desarrollada. El
análisis de datos de 1139 niños de 15 meses de edad mostró que la variación en
patrones de apego era continua en lugar de agrupada. Esta crítica se introduce
preguntas importantes para las tipologías de fijación y los mecanismos detrás
de los tipos aparentes. Sin embargo, tiene relativamente poca importancia para
la fijación de la teoría en sí, que «no exige ni predice patrones discretos de
apego».
Significado de los patrones de apego
Existe un amplio cuerpo de investigaciones que demuestran
una asociación significativa entre las organizaciones del apego y el propósito
de los niños en diversos campos. El
apego inseguro prematuro no prevé, necesariamente, dificultades, pero es una
inadecuación para el niño, sobre todo si las conductas parentales similares
continúan durante toda la infancia. Comparado
con el ajuste de los niños con apego seguro, los niños con apego inseguro no
está tan bien apoyados en muchos ámbitos de la vida, colocando sus relaciones
futuras en peligro. Aunque la conexión no esté totalmente establecida por
la investigación y haya otras influencias, además del apego, los recién nacidos
seguros son más propensos a ser socialmente competentes que sus pares
inseguros. Las relaciones formadas con semejantes influencian la adquisición de
habilidades sociales, el desarrollo intelectual y la formación de la identidad
social. La clasificación del estado (popular, descuidado o rechazado) de los
niños ha sentado las bases para la predicción de ajuste posterior. Los niños inseguros, sobre todo los
evitativos, son especialmente vulnerables al riesgo de familia. Los
problemas sociales y de comportamiento aumentan o disminuyen con el deterioro o
mejora de la atención de sus padres. Sin embargo, un apego seguro prematuro
parece tener una función protectora duradera. Así como la vinculación a figuras
paternas, las experiencias posteriores pueden alterar el curso del desarrollo.
El patrón más
preocupante es el apego desorganizado. Alrededor del 80 % de los recién
nacidos que sufrieron maltrato son susceptibles de ser clasificados como
desorganizados, en contraposición al 12 % encontrados en grupos que no
sufrieron maltrato. Solo alrededor del 15 % de los recién nacidos que sufrieron
maltrato son propensos a ser clasificados como seguros. Los niños con un patrón desorganizado en la infancia tienden a mostrar,
en las relaciones, claros patrones de disturbio. A continuación sus relaciones
con sus pares, muchas veces, se caracterizan por el patrón de la agresión y
retirada llamado «reacción de lucha o huida». Estos niños tienen más
probabilidades de convertirse en padres que maltratan. Una minoría de estos
niños no tienen, en lugar de lograr vínculos seguros, una buena relación con
sus compañeros y estilo paterno no abusivo. La relación entre el apego
inseguro, sobre todo la clasificación desorganizada, y el surgimiento de
psicopatología en la infancia está bien establecida, aunque un factor de riesgo
no específico para problemas futuros, no una patología o una causa directa de
patología en sí. En el aula, al parecer,
los niños ambivalentes tienen un mayor riesgo de trastornos de internalización,
y los niños desorganizados y evitativos, externalización de trastornos.
Una explicación para los efectos de las clasificaciones de
apego prematuro puede estar en el mecanismo interno de funcionamiento. Los
modelos internos no son solo «imágenes», sino también se refieren a los
sentimientos despertados. Ellos permiten a la persona anticipar e interpretar
el comportamiento del otro y planificar una reacción. Si un recién nacido
percibe a su cuidador como una fuente de seguridad y apoyo, es más propenso a
desarrollar una autoimagen positiva y espera reacciones positivas de los otros.
Por otro lado, un niño que pasa con un cuidador por una relación de abuso,
puede internalizar una autoimagen negativa y generalizar las expectativas
negativas en otras relaciones. Los modelos internos de funcionamiento en los
cuales el comportamiento de apego está basado muestran un grado de continuidad
y estabilidad. Los niños son propensos a caer en las mismas categorías que los
cuidadores primarios, lo que indica que los modelos de los cuidadores afectan a
la forma de relacionarse con sus hijos. Bowlby creía que los primeros modelos
formados son más propensos a persistir porque existen en el subconsciente.
Estos modelos no son, sin embargo, impermeables al cambio, dadas experiencias
de relacionamiento, una minoría de los niños tienen diferentes clasificaciones
de apego con diferentes cuidadores.
Existe cierta evidencia de que las diferencias de género en
patrones de apego de significancia adaptable comienzan a emerger en la infancia
media. El apego inseguro y el estrés psicosocial prematuro indican la presencia
de un riesgo en torno al niño (pobreza, enfermedad mental, inestabilidad,
estatus de minoría, violencia, por ejemplo). Esto tiende a facilitar el
desarrollo precoz de estrategias de reproducción. Sin embargo, diferentes
patrones son valores adaptativos diferentes para hombres y mujeres. Los niños
inseguros del sexo masculino tienden a adoptar estrategias de evitación,
mientras que las del sexo femenino tienden a adoptar estrategias de ansiedad /
ambivalencia, a menos que estén en un ambiente de alto riesgo. Se sugiere que
la adrenarquia es un mecanismo endócrino subyacente a la reorganización de
apego inseguro en la tercera infancia.
Teoría del apego en adultos
Al final de los años 1980, Cindy Hazan y Phillip Shaver
extendieron la teoría del apego a las relaciones románticas adultas. Se
identificaron cuatro estilos de apego en los adultos: seguro, ansioso,
preocupado, evitativo-independiente y con miedo-evitación. Ellos corresponden
aproximadamente con las calificaciones de los recién nacidos: seguro,
inseguro-ambivalente, inseguro-evitativo y desorganizado / desorientado.
Los adultos con apego seguro tienden a tener una visión más
positiva de sí mismos, sus parejas y sus relaciones. Se sienten cómodos con la
intimidad y la independencia, equilibrando los dos. Los adultos
preocupados-ansiosos buscan mayores niveles de intimidad, aprobación y
respuesta de la pareja, volviéndose excesivamente dependientes. Ellos tienden a
ser menos confiados, tienen una visión menos positiva de sí mismos y de sus
parejas, y pueden presentar altos niveles de expresividad emocional,
preocupación e impulsividad en sus relaciones. Los adultos
desapegados-evitativos desean un alto nivel de independencia, muchas veces
evitando el apego por completo. Ellos se ven a sí mismos como autosuficientes,
invulnerables a los sentimientos de apego y sin necesidad de relaciones
cercanas. Tienden a reprimir sus sentimientos, que trata de rechazo,
distanciándose de sus parejas de quien por lo general tienen una visión
negativa. Por último, los adultos asustados-evitativos tienen sentimientos
encontrados sobre las relaciones, tanto deseantes cuando se siente incómodos
con la intimidad emocional. Ellos tienden a desconfiar de sus compañeros y se
ven a sí mismos como algo sin valor. Como los despegados-evitativos, los
asustados-evitativos tienden a buscar menos intimidad, suprimiendo sus
sentimientos.
Estilos de apego en las relaciones románticas adultas
corresponden aproximadamente a los estilos de apego en los niños, pero los
adultos pueden mantener diferentes modelos de trabajo internos para diferentes
relaciones.
Se han estudiado dos aspectos principales de apego en
adultos. La organización y estabilidad de los modelos de trabajo mentales que
sustentan los estilos de apego son explorados por los psicólogos sociales
interesados en las relaciones románticas.55 56 Los psicólogos interesados en el
desarrollo del estado mental de la persona con respecto al apego generalmente
investigan cómo funciona el apego en la dinámica de la relación y su impacto en
el resultado de la relación. La organización de los modelos mentales de
funcionamiento es más estable, mientras que el estado mental de la persona con
respecto al apego fluctúa más. Algunos autores han sugerido que los adultos no
mantienen un conjunto único de modelos de funcionamiento. En cambio, en un
nivel que tienen un conjunto de reglas y suposiciones acerca de las relaciones
de apego en general. En otro nivel ellos mantienen información sobre las
relaciones o eventos específicos. La información sobre los diferentes niveles
no necesita ser coherente. Los individuos, por lo tanto, pueden mantener
diferentes modelos para cada relación.
Hay una serie de diferentes medidas de vinculación en
adultos, las más comunes son los cuestionarios de auto-informe y las
entrevistas codificadas sobre la base de la Entrevista de Apego del Adulto. Las
numerosas medidas se desarrollaron principalmente como herramientas de
investigación, por ejemplo, relaciones amorosas, parentales o entre compañeros.
Algunos clasifican el estado mental de un adulto con relación al apego y a sus
normas por referencia a las experiencias de la infancia, mientras que otros
evalúan los comportamientos en las relaciones y la seguridad en relación a los
padres y semejantes.
Historia
Primeras teorías
El concepto de apego emocional de los bebés a los cuidadores
se conoce de manera informal durante cientos de años. Desde finales del siglo
XIX, los psicólogos y psiquiatras sugirieron las teorías sobre la existencia o
la naturaleza de las relaciones tempranas. La teoría freudiana inicial tiene
poco que decir acerca de la relación del niño con su madre, solo postulando que
el pecho era un objeto de amor. Los freudianos atribuyen los intentos del bebé
de acercarse a una persona conocida de la motivación aprendida a través de la
alimentación y la satisfacción de los impulsos libidinales. En la década de
1930, el psicólogo del desarrollo británico Ian Suttie sugirió que la necesidad
del niño de afecto era una necesidad primaria, y no basada en el hambre o de
otras satisfacciones físicas. William Blatz, psicólogo y profesor de la
canadiense Mary Ainsworth, también destacó la importancia del desarrollo
social. Blatz propone que la necesidad de seguridad era parte del carácter
normal, así como otra usando una base segura. Los observadores, a partir de la
década de 1940, se centraron en la ansiedad mostrada por bebés y los niños
regazos amenazados por la separación de un cuidador familiar.
Otra teoría que prevalece en el momento del desarrollo de la
teoría del apego de Bowlby fue la teoría de la «dependencia». Propuso que los bebés eran dependientes de
cuidadores adultos, pero superaban la dependencia durante la primera infancia,
el comportamiento de apego en niños mayores sería, por lo tanto, visto como
regresivo. La teoría del apego presupone que los niños mayores y los adultos
conservan conductas de apego, mostrándolas en situaciones de estrés. De
hecho, un vínculo seguro está asociado al comportamiento exploratorio en vez de
la dependencia. Bowlby desarrolló la teoría del apego a raíz de su
insatisfacción con las existentes teorías sobre las primeras relaciones.
Privación materna
La idea inicial de la escuela psicoanalítica de la relación
de los objetos, especialmente de Melanie Klein, influenció a Bowlby. Sin
embargo, estaba profundamente en desacuerdo con la creencia psicoanalítica
predominante de que las reacciones de los bebés se relacionan con su vida de
fantasía interna en lugar de con los acontecimientos de la vida real. Bowlby
formuló sus conceptos influenciados por los estudios de casos de los
delincuentes y los niños con trastornos como las de William Goldfarb, publicado
en 1943 y 1945.
Momento de oración en la residencia infantil Five Points
Cámara de Industria, 1888. La hipótesis de la privación materna publicado en
1951 provocó una revolución en el uso de guarderías residenciales.
El contemporáneo de Bowlby, René Spitz observó la tristeza
de los niños separados, proponiendo que los resultados «psicotóxicos» eran
causados por las experiencias inapropiadas de cuidadores prematuros. Una fuerte
influencia fue el trabajo de la psicoanalista y asistente social James
Robertson que filmó los efectos la separación de los niños en un hospital. Él y
Bowlby trabajaron juntos en el documental de 1952 A Two-Year Old Goes to the
Hospital (A los dos años se va al hospital), que fue fundamental en la campaña
para alterar las restricciones hospitalarias respecto a las visitas de los
padres.
En su monografía para
la Organización Mundial de la Salud, escrita en 1951, Cuidado Maternal y Salud
Mental, Bowlby presentó la hipótesis de que «el recién nacido y el niño deben
experimentar una relación continua, íntima y cálida, con su madre (o madre
sustituta permanente).En ningún momento propone el colecho
ni el amamntamiento a demanda ni el porteo(cargar encima al bebé todo el tiempo), en el que ambos puedan encontrar
tanto satisfacción como placer», cuya falta puede acarrear consecuencias
significativas e irreversibles para la salud mental. En este artículo también
se publicó bajo el nombre «Cuidado Infantil y el Crecimiento del Amor» para el
consumo público. La propuesta central fue influyente pero muy controversial. En
la época, había datos empíricos y limitados y ninguna teoría completa para
explicar esta conclusión. Sin embargo, la teoría de Bowlby despertó
considerable interés en la naturaleza de las relaciones iniciales, dando un
fuerte impulso a (en las palabras de Mary Ainsworth) un «gran cuerpo de
investigación» en un área muy difícil y compleja. El trabajo de Bowlby y (las
películas de Robertson) causaron una revolución virtual en las visitas
hospitalarias por sus padres, provisión del hospital para la diversión de los
niños, las necesidades sociales y educativas y el uso de viveros residenciales.
Con el tiempo, los orfanatos fueron
abandonados en favor de las casas de estilo familiar o la adopción
provisoria en los países más desarrollados.
Formulación de la teoría
Posteriormente a la publicación de Cuidado materno y salud
mental, Bowlby buscó una nueva comprensión en los campos de la biología
evolutiva, la etología, la psicología del desarrollo, la ciencia cognitiva y la
teoría de los sistemas de control. Formuló la proposición innovadora de que los
mecanismos subyacentes a la relación emocional entre un recién nacido con su(s)
cuidadores(s) surgió como resultado de la presión evolutiva.1 Comenzó a diseñar
una teoría de motivación y control del comportamiento edificada bajo la luz de
la ciencia en lugar de bajo el modelo de la energía psíquica de Freud. Bowlby
argumentó que, con la teoría del apego, había terminado con la «falta de datos
y la falta de una teoría para vincular la causa y el efecto»" de Cuidado
materno y salud mental.
La exploración infantil es mayor cuando el cuidador está
presente, con el cuidador presente, el sistema de apego del niño es relajado y
él tiene la libertad de explorar.
El origen formal de la teoría comenzó, en 1958, con la
publicación de dos artículos, siendo el primero «La naturaleza del vínculo de
los niños con su madre» de Bowlby, en el que se introdujeron los conceptos
precursores «apego». El segundo fue «La naturaleza del amor», de Harry Harlow.
Este último se basa en experimentos que mostraban las crías de monos rhesus
pareciendo formar un vínculo emocional con madres adoptivas que no ofrecían
comida, pero no formaban con madres adoptivas que proporcionaron una fuente de
alimento, pero fueron menos comprensivos al tacto. Bowlby publicó, a
continuación, dos artículos: «Ansiedad de separación» (1960), y «Dolor y luto
en la primera infancia» (1960b). Al mismo tiempo, su colega Mary Ainsworth, con
las teorías etológicas de Bowlby en mente, estaba completando sus extensos
estudios observacionales sobre la naturaleza de los vínculos en bebés, en
Uganda. La teoría del apego se presentó finalmente en 1969 en Apego, el primer
volumen de la trilogía Apego y pérdida. El segundo y el tercer volumen,
Separación: ansiedad y rabia y Pérdida: tristeza y depresión, se presentaron en
1972 y 1980 respectivamente. Apego fue revisado en 1982 para incorporar
investigación posterior.
La teoría del apego se produjo en un momento en que las
mujeres estaban reclamando sus derechos a la igualdad y a la independencia,
dándole a las madres una nueva causa de ansiedad. La teoría del apego en si no
es específica en cuanto al género, pero en la sociedad occidental las madres
eran, en gran parte, quienes asumían la responsabilidad del cuidado de los
niños en sus primeros años. Por lo tanto,
la falta de atención adecuada a los niños fue atribuida a las madres, a
pesar de la nueva organización social que las dejó sobrecargadas. La oposición
a la teoría del apego se unió en torno a esta cuestión. Las feministas ya
habían criticado la suposición de que la anatomía es el destino, que ellas la
veían implícita en la hipótesis de la privación materna.
Etología
La atención de Bowlby se dirigió principalmente a la
etología cuando leyó una publicación en forma de borrador de Konrad Lorenz en
1952 (aunque Lorenz ya había publicado un trabajo anterior). Otras influencias
importantes fueron etólogos Nikolaas Tinbergen y Robert Hinde.Bowlby posteriormente
colaboró con Hinde. En 1953, Bowlby afirmó que «ha llegado el momento de la
unificación de los conceptos psicoanalíticos con los de la etología, y para
perseguir una rica veta de investigación que sugiere esta unión». Konrad Lorenz
examinó el fenómeno de «impronta», un comportamiento característico de algunas
aves y mamíferos que implica el aprendizaje de reconocimiento instantáneo por
el individuo de un objeto comparable o conespecífico. Después del
reconocimiento paso a ser una tendencia a seguir.
El aprendizaje solo es posible dentro de un rango limitado
de edad conocido como período crítico. Los conceptos de Bowlby incluían la idea
de que el apego implicaba aprender con la experiencia durante un período
limitado de edad, influenciado por el comportamiento de los adultos. No se
aplica el concepto de acuñación en su totalidad apego el apego humano. Sin
embargo, consideró que la conducta de apego se explica mejor con instintivo,
combinado con el efecto de la experiencia, haciendo hincapié en la
disponibilidad que el niño trae a las interacciones sociales. Con el tiempo, se hizo evidente que había
más diferencias que similitudes entre la teoría del apego y la acuñación, por
lo que la analogía fue descartada.
Los etólogos
expresaron su preocupación por la adecuación de algunas investigaciones que la
teoría del apego se basó principalmente en la generalización de los seres
humanos a partir de estudios con animales. Schur, discutiendo el uso
del concepto etológico de Bowlby (pre-1960), comentó que los conceptos
utilizados en la teoría del apego no fueron acompañados de cambios en la
etología en sí. Ciertos etologistas y otros escritores en los años 1960 y 1970
cuestionaron y expandieron los tipos de comportamiento usados con indicadores
de apego.Estudios observacionales en niños en ambientes naturales proporcionan
otros comportamientos que podían indicar apego; por ejemplo, situar a una madre
predecible distancia sin esfuerzo de su parte y recoger objetos pequeños,
llevarlos a la madre, pero no para otros. Aunque los etólogos tendían a estar
de acuerdo con Bowlby, presionaron para más datos, oponerse a los psicólogos
que escribieron como si hubiera una «entidad llamada 'apego', que existe más
allá de las medidas observables». Robert Hinde considera el término «sistema
conductual del apego» adecuado para no ofrecer los mismos problemas, «porque se
refiere a los sistemas de control postulados que determinan las relaciones
entre los diferentes tipos de comportamiento».
Psicoanálisis
Evacuación de la sonrisa de los niños en la escuela japonesa
durante la Segunda Guerra Mundial, el libro Road to Catastrophe (Camino a la
catástrofe).
Los conceptos psicoanalíticos influenciaron la visión sobre
el apego de Bowlby, en particular, las observaciones hechas por Anna Freud y
Dorothy Burlingham de los niños separados de sus cuidadores durante la Segunda
Guerra Mundial. Sin embargo, Bowlby rechazó las explicaciones psicoanalíticas
para los vínculos en recién nacidos, incluyendo la «teoría de la pulsión»,
donde la motivación para el apego se deriva de la satisfacción del hambre y los
impulsos libidinosos. Él llamó a esto teoría del «amor egoísta». En su opinión,
el psicoanálisis falló por no ver el apego como un vínculo psicológico en su
propio derecho, sino como un instinto derivado de la alimentación o de la
sexualidad. Basándose en las ideas primarias de apego y en el neo-darwinismo,
Bowlby identificó lo que él vio como fallas fundamentales en el psicoanálisis.
En primer lugar, el énfasis excesivo de los peligros internos en lugar de
amenaza externa. En segundo lugar, la visión del desarrollo de la personalidad
a través de «fases» lineales, con "«regresión» a puntos fijos que
representan angustia psicológica. En su lugar, se postula que innumerables
líneas de desarrollo eran posibles, el resultado de cada una dependía de la
interacción entre el organismo y el medio ambiente. En cuanto a la fijación,
esto significa que aunque un niño en desarrollo tenga una propensión a formar
vínculos, la naturaleza de estos vínculos depende del ambiente en el que cada
niño está expuesto.
Desde el comienzo del desarrollo de
la teoría del apego se criticó la falta de congruencia con las diversas ramas
del psicoanálisis. Decisiones de Bowlby lo dejaron expuesto a una encarnada
crítica de los pensadores que trabajaron con problemas similares.Bowlby fue
efectivamente suspendido de la comunidad psicoanalítica.
Modelo interno de trabajo
Bowlby adoptó el importante concepto de modelo interno de
trabajo de relaciones sociales de la obra del filósofo Kenneth Craik. Craik
había notado la capacidad de adaptación de la habilidad del pensamiento de
predecir eventos. Resaltó el valor de selección de supervivencia y de selección
natural de esta habilidad. De acuerdo con Craik, ocurre la predicción cuando se
utiliza un «modelo de pequeña escala» que consta de eventos cerebrales para
representar no sólo el medio ambiente externo, sino también posibles acciones
del individuo. Este modelo le permite a la persona experimentar alternativas
mentalmente, utilizando el conocimiento del pasado para responder al presente y
al futuro. Al mismo tiempo Bowlby estaba aplicando las ideas de Craik al apego,
otros psicólogos estaban aplicando estos conceptos a la percepción adulta y a
la cognición.
Cibernética
La teoría de los sistemas visibles (cibernética),
desarrollada durante los años 1930 y 1940, influyó el pensamiento de Bowlby.100
La necesidad del niño pequeño de proximidad de la figura de apego era vista
como un equilibrio homeostático con la necesidad de la exploración. Bowlby este
proceso comparó con la homeostasis fisiológica, mediante el cual, por ejemplo,
la presión sanguínea se mantiene dentro de los límites. La distancia mantenida
por el niño varía cuando se cambia el balance de las necesidades. Por ejemplo,
la llegada de un extraño o una lesión, podría hacer que el niño a buscar la
proximidad. El propósito de que el niño no es un objeto (el cuidador) sino un
estado; mantener la distancia deseada del cuidador depende de las
circunstancias.
Desarrollo cognitivo
La confianza de Bowlby en la teoría del desarrollo cognitivo
de Jean Piaget dio origen a cuestiones sobre la permanencia del objeto (la
habilidad de recordar un objeto que está temporalmente ausente) en
comportamientos de apego iniciales. La capacidad de un recién nacido de
diferenciar entre extraños y reaccionar a la ausencia de la madre parecía
ocurrir meses antes de lo que Piaget sugeriría sería cognitivamente posible. Más recientemente, se ha notado que la comprensión de la representación
mental ha avanzado mucho desde los tiempos de Bowlby haciendo que las opiniones
actuales sean más específicas que las del tiempo de Bowlby.
Conductismo
En 1969, Gerwitz debatió cómo la madre y el niño podrían
proveerse mutuamente con experiencias de refuerzo positivas a través de la
atención mutua, y de ese modo, aprenden a estar juntos y próximos. Esta
explicación sería innecesario postular características humanas innatas que
promueven el apego. La teoría del aprendizaje (conductismo) vio al apego como
un remanente de dependencia con la calidad de la vínculo siendo simplemente una
respuesta a las señales del cuidador. Los conductistas vieron los
comportamientos como el llanto como una actividad aleatoria y sin significado
hasta ser consolidado por la reacción de un cuidador. Para los conductistas,
las respuestas más frecuentes resultan más en llanto. Para los teóricos del
apego, el llanto es un comportamiento de apego innato a la que el cuidador debe
responder si el niño se está desarrollando la seguridad emocional. Las
respuestas conscientes producen seguridad que aumenta la autonomía, lo que
resulta en menos llanto. La investigación de Ainsworth en Baltimore apoyó la
posición de los teóricos del apego.104
En general, los
conductistas discrepan con esta interpretación. Aunque usen una serie de
análisis diferentes, afirman que el comportamiento de los recién nacidos como
una protesta contra la separación resulta, principalmente, de experiencias de
condicionamiento operante del aprendizaje. Cuando una madre está instruida para
ignorar el llanto y reacciona únicamente a la conducta de juego, el bebé para
de protestar y se compromete en repetir el comportamiento lúdico. La «ansiedad
de separación» resultante de tales interacciones es vista como un
comportamiento aprendido, derivado de contingentes fuera de lugar. Tales
contingentes pueden representar la ambivalencia por parte del padre o de la
madre, que es, entonces, agotado en el condicionamiento operante Los conductistas ven el apego más como un
fenómeno de sistemas que como una predisposición biológica. El grupo de
Patterson ha demostrado que, en ambientes inciertos, la falta de relaciones
contingentes puede dar lugar a problemas en vínculos y la sensibilidad a las
contingencias.En la última década, los analistas del comportamiento han
construido modelos de apego basados en la importancia de las relaciones contingentes.
Estos modelos analíticos de comportamiento han recibido algún tipo de apoyo de
investigaciones y revisiones meta-analíticas.
Desarrollos
Con el progreso de la
formulación de la teoría del apego, hubo críticas al apoyo empírico de la
teoría. Se propusieron posibles explicaciones alternativas para los resultados de
la investigación empírica. Algunas de las interpretaciones de los datos Bowlby
James Robertson fueron rechazadas por el investigador al presentar los datos de
13 niños tratados en circunstancias ideales en lugar de en circunstancias
institucionales sobre la separación de sus madres. En el segundo volumen de la
trilogía, Separación, Bowlby reconoció que el estudio de Robertson hizo que
cambiara sus opiniones sobre las consecuencias traumáticas de la separación,
sobre las cuales se ha dado insuficiente gravedad a la influencia especializada
por un sustituto conocido. En 1984, Skuse firmó sus críticas sobre el trabajo
de Anna Freud con niños de Theresienstadt, que al parecer se desarrollaron
relativamente normal, a pesar de grave privación en sus primeros años. Llegó a
la conclusión de que había una excelente pronóstico para los niños que habían
sufrido, a menos que había factores de riesgo biológicos o genéticos.
Los argumentos de
Bowlby de que incluso los bebés muy jóvenes eran criaturas sociales y
protagonistas de la creación de relaciones con sus padres llevó un tiempo para
ser aceptada. También lo fue el énfasis en la importancia de Ainsworth y la
primacía de la armonización materna para el desarrollo psicológico (hecho que
también apoya Donald Winnicott). En la década de 1970, Daniel Stern realizó una
investigación sobre el concepto de sintonía entre los recién nacidos y
cuidadores muy jóvenes, usando microanálisis de pruebas de vídeo. Esta
investigación contribuyó significativamente a la comprensión de la complejidad
de las interacciones entre el recién nacido / cuidador como una parte integral
del desarrollo social y emocional de un bebé.
En la década de 1970, los problemas de visualización de la
vinculación como un rasgo (característica estable de una persona) en vez de
como un tipo de comportamiento con funciones y resultados organizados, llevaron
a algunos autores a la conclusión de que los comportamientos de apego eran
mejor entendidos en términos de sus funciones en la vida del niño. Este modo de
pensar vio el concepto de la base segura como elemento central de la teoría del
apego, y lógica, coherencia y estatus como la construcción organizacional.
Siguiendo este argumento, se examinó la suposición de que el vínculo se expresa
de forma idéntica en todos los seres humanos en distintas culturas. La
investigación ha demostrado que, si bien existen diferencias culturales, los
tres patrones básicos (seguro, evitativo y ambivalente) se puede encontrar en
todas las culturas en las que se realizaron los estudios, incluso cuando los
alojamientos comunitarios eran norma.
La investigación indica que las distribuciones de los
patrones de apego son consistentes en todas las culturas, pero la forma en que
se expresa la unión puede ser diferente.
La selección del patrón seguro se encuentra en la mayoría de
los niños entre las culturas estudiadas. Esto es consecuencia lógica del hecho
de que la teoría del apego ofrece a los recién nacidos adaptarse a los cambios
en el ambiente, seleccionando estrategias ideales de comportamiento. La manera
como se expresa el apego muestra las variaciones culturales que necesitan ser
comprobadas antes de que se pueden realizar los estudios, por ejemplo, los
niños gusii son recibidos con un apretón de manos en lugar de un abrazo. Los
niños Gusii bajo el padrón seguro anticipan y buscan por este contacto. También
hay diferencias en la distribución de los patrones inseguros basados en
diferencias culturales en la crianza de los hijos.
El mayor desafío para la noción de la universalidad de la
teoría del apego provino de estudios realizados en Japón, donde el concepto de
amae juega un papel destacado en la descripción de las relaciones familiares.
Los argumentos giraban en torno a la adecuación de utilizar el procedimiento de
la situación extraña donde se practica amae. En última instancia, la
investigación tiende a confirmar la hipótesis de la universalidad de la teoría
del apego.117 Más recientemente, un estudio de 2007 realizado en Sapporo,
Japón, encontró distribuciones consistentes de apego acuerdo con normas
globales utilizando el sistema de puntuación para la clasificación de apego de
Main y Cassidy para niños de seis años.
Los críticos de la década de 1990 como J. R. Harris, Steven
Pinker y Jerome Kagan se ocupan en general del concepto de determinismo
infantil (innato o adquirido), haciendo hincapié en los efectos de la
experiencia después de la personalidad.
Basado en el trabajo de Stella Chess sobre el temperamento, Kagan rechazó casi
todos los casos en los que se basó la etiología de la teoría del apego.
Argumentó que la herencia era mucho más importante que los efectos transitorios
del entorno inicial. Por ejemplo, un niño con un temperamento difícil no causaría
respuestas de comportamiento de un cuidador sensible. El debate ha generado
mucha investigación y análisis de datos procedentes de un número creciente de
estudios longitudinales. La
investigación posterior no ha confirmado el argumento de Kagan, demostrando
ampliamente que es el comportamiento cuidador que forma el estilo de apego del
niño, pero como se expresa este estilo pueden variar con el temperamento.
Harris y Pinker tuvieron la idea de que la influencia de los padres ha sido muy
exagerada, argumentando de que la socialización se produce principalmente en
los grupos de pares. H. Rudolph Schaffer concluyó que los padres y los
compañeros tienen diferentes funciones, cumpliendo papeles distintivos en el
desarrollo de los niños.
Desarrollos recientes
Considerando que Bowlby se inspiró en las ideas de Jean
Piaget sobre el pensamiento de los niños, los teóricos actuales utilizan
pensamientos de la literatura contemporánea en el conocimiento implícito,
teoría de la mente, memoria autobiográfica y representación social. Los
psicoanalistas / psicólogos Peter Fonagy y Mary Target han intentado llevar la
teoría del apego y el psicoanálisis a través de la ciencia cognitiva como la
mentalización.100 Dicha mentalización, o la teoría de la mente, es la capacidad
del ser humano de adivinar con cierta precisión los pensamientos, las emociones
y las intenciones están detrás de las conductas tan sutiles como las
expresiones faciales. Esta conexión
entre la teoría de la mente y el modelo interno de trabajo puede abrir nuevas
áreas de estudio, llevando a alteraciones en la teoría del apego. Desde
finales de 1980, ha habido un acercamiento entre la teoría del apego y el
psicoanálisis, basada en un campo común, elaborado por investigadores y
teóricos del apego, y un cambio en lo que los psicoanalistas consideran central
para el psicoanálisis. Los modelos de la relación entre objetos que la
necesidad autónoma por una relación han convertido dominantes están vinculados
a un reconocimiento cada vez mayor dentro del psicoanálisis de la importancia
del desarrollo infantil en el contexto de las relaciones y representaciones
internalizadas. El psicoanálisis ha
reconocido la naturaleza formativa de un ambiente en el que el niño se
desarrolla precozmente, incluida la cuestión de trauma infantil. Una
exploración psicoanalítica basada en el sistema de apego y un abordaje para el
seguimiento clínico sugirió junto con el reconocimiento de la necesidad de
medir los resultados de las intervenciones.
Teniendo en cuenta la unión de las culturas no occidentales,
los autores han observado una conexión de la teoría del apego con los patrones
familiares occidentales y de cuidado infantil característicos de la época de
Bowlby.
Uno de los objetivos de la investigación ha sido la
dificultad de los niños cuya historia de apego fuese pobre, incluyendo aquellos
con una vasta experiencia de cuidado no parental. La preocupación por los
efectos del cuidado infantil durante la llamada «guerra de las guarderías» de
finales del siglo XX, durante la cual algunos autores subrayaron los efectos perniciosos de las guarderías.
Como resultado de esta controversia, la formación de profesionales de cuidado
de niños ha procedido a resaltar las cuestiones de vínculo afectivo, incluyendo
la necesidad de construir una relación por la designación de un niño a un
cuidador específico. Aunque sólo las organizaciones de cuidados infantiles de
alto estándar son capaces proporcionar esto, a la fecha (2014), los recién
nacidos reciben atención en esas condiciones propicias para el apego más que en
el pasado.Otra área significativa de la investigación y el desarrollo ha sido
la conexión entre el patrón de apego
problemático, particularmente el apego desorganizado, y el riesgo de futuras
psicopatologías. Una tercer área ha sido el efecto en el desarrollo del
niño con poca o ninguna oportunidad de formar cualquier vínculo en sus primeros
años. Un experimento natural permitió un amplio estudio de los problemas de
apego, cuando los investigadores acompañaran a miles de huérfanos rumanos
adoptados por familias occidentales tras el fin del régimen de Nicolae
Ceauşescu. El Equipo de Estudio de adoptados Ingleses y Rumanos, liderado por
Michael Rutter, acompañó a algunos de los niños hasta la adolescencia, tratando
de desentrañar los efectos de apego, adopción, nuevas relaciones, problemas
físicos y médicos asociados al comienzo de sus vidas. Los estudios de estos
niños adoptados, cuyas condiciones iniciales eran impactantes, dieron motivos
para ser optimistas, ya que muchos niños se han desarrollado muy bien. Los
investigadores señalaron que la separación de los familiares es sólo uno de
muchos factores que ayudan a determinar la calidad del desarrollo. A pesar de
que se han encontrado las tasas más
altas de patrones atípicos de apego inseguro en nativos y en los recién
adoptados, el 70 % de los niños adoptados más tarde no mostraban
comportamientos agudos o graves de trastorno de apego.
Teniendo en cuenta el vínculo en culturas no occidentales,
los autores han notado una conexión de la teoría del apego con los patrones
familiares occidentales y de cuidado infantil característicos de la época de
Bowlby. Al igual que la experiencia de los niños acerca del cuidado cambia, lo
mismo ocurre con las experiencias relacionadas al apego. Por ejemplo, los
cambios en las actitudes hacia la sexualidad femenina ha aumentado considerablemente
el número de niños que viven con madres solteras o que son cuidados fuera del
hogar mientras sus madres trabajan. Este cambio social ha hecho que sea más
difícil para las personas sin hijos a adoptar niños en sus propios países. Ha
habido un aumento en el número de adopciones de niños mayores y fuentes en los
países en desarrollo. Adopciones y nacimientos por parte de parejas del mismo
sexo han aumentado en número y ganado protección legal, respecto a época de
Bowlby. Se han planteado en el sentido
de que el modelo característico diádica de la teoría del apego no puede hacer
frente a la complejidad de las experiencias sociales de la vida real, ya que
los recién nacidos tienen, muchas veces, múltiples relaciones dentro de la
familia y en ambiente de cuidado infantil. Se sugiere que estas múltiples
relaciones influencian uno al otro mutuamente, al menos dentro de una familia.
Los principios de la teoría del apego se han utilizado para
explicar el comportamiento social de los adultos, incluyendo apareamiento, la
dominación social y las estructuras jerárquicas de poder, coaliciones de
grupos, y negociación de reciprocidad y justicia. Aquellas explicaciones se han
utilizado para proyectar la de diseño en el cuidado de los padres, y han tenido
mucho éxito en el proyecto de programas de prevención de abuso.
Biología del apego
La teoría del apego propone que la calidad del cuidado del principal cuidador, por lo menos, es la clave para el apego seguro o inseguro.Quien
evalua la calidad de este cuidado?Pudiendo ser el cuidador principal un
psicótico encubierto. En los estudios longitudinales, se han realizado
investigaciones psicofisiológicas sobre la biología del apego. Las
investigaciones comenzaron a incluir la genética del comportamiento y conceptos
de temperamento. En general, el temperamento y el apego constituyen diferentes
áreas de desarrollo, pero los aspectos de ambos contribuyen a una serie de
resultados tanto inter como intrapersonales.
Algunos tipos de temperamento pueden hacer algunas personas susceptibles a la
tensión de las relaciones imprevisibles y hostiles con los cuidadores durante
los primeros años. En ausencia de cuidadores disponibles y sensibles,
parece que algunos niños son particularmente vulnerables a desarrollar
trastornos de apego.
En investigaciones psicofisiológicas sobre el apego, las dos
principales áreas estudiadas han sido las reacciones autónomas, tales como la
frecuencia cardíaca o respiración, y la actividad del eje
hipotálamo-hipofisario-adrenal. Se midieron las reacciones psicológicas de los
recién nacidos durante el procedimiento de la Situación Extraña, buscando
diferencias individuales en el temperamento infantil y en la medida en que el
apego actúa como moderador. Existe alguna evidencia de que la calidad del cuidado da forma el desarrollo de los sistemas
neuronales que regulan el estrés.¿Como evaluamos la calidad del cuidado?
Otra cuestión es el papel de los factores genéticos implicados en la formación de vínculos: por
ejemplo, un tipo de polimorfismo del gen receptor D2 de dopamina se ha
relacionado al apego ansioso y otro
gen 5-HT de serotonina, con apego
evitativo. Esto sugiere que la influencia de la atención materna en la
seguridad del apego no es la misma para todos los niños. Una base teórica
para ello es que tiene sentido, biológicamente hablando, para los niños, variar
en su susceptibilidad a la influencia de la creación.
Aplicaciones prácticas
Como una teoría del desarrollo socio-emocional, la teoría
del apego tiene implicaciones y aplicaciones prácticas en la política social,
en las decisiones sobre el cuidado y el bienestar de los niños y la salud mental.
Políticas en el cuidado de niños
Las políticas sociales relacionadas al cuidado de los niños
fueron la fuerza motriz del desarrollo de la teoría del apego de Bowlby. La
dificultad reside en la aplicación de conceptos de apego a la política y a la
práctica. Esto se debe a que la teoría hace hincapié en la importancia de
continuidad y sensibilidad en las relaciones de cuidado en vez de un enfoque
behaviorista de estímulo o refuerzo de los comportamiento del niño.144 En 2008,
Charles H. Zeanah y sus colegas señalaron que «apoyar las primeras relaciones entre padres e hijos es una meta cada
vez más importante de los profesionales de salud mental, proveedores de
servicio a la comunidad y formuladores de políticas (...) La teoría del apego y
la investigación han generado importantes descubrimientos sobre el desarrollo
infantil y estimuló la creación de programas para apoyar a las primeras relaciones
entre padres e hijos». Nunca
se propuso el “colecho” y “amamantamiento a demanda “ y el "porteo"(llevarlo encima) como modelo de aplicación
de esta teoría.
Históricamente, la teoría tiene implicaciones políticas
importantes para los niños hospitalizados o institucionalizados, y para
aquellos en guarderías de mala calidad. Existe controversia sobre si el cuidado
no maternal, sobre todo en contextos grupales, tiene efectos perjudiciales en
el desarrollo social. Se desprende de la investigación que la atención de mala
calidad conlleva riesgos, pero que aquellos que experimentan un cuidado
alternativo de buena calidad lo afrontan bien, a pesar de que es difícil
proporcionar una buena calidad de atención individualizada en ambientes
grupales.
La teoría del apego también puede orientar decisiones en el
servicio social y procesos judiciales de acogimiento o de otras colocaciones.
Teniendo en cuenta las necesidades del apego del niño, la teoría puede ayudar a
determinar el nivel de riesgo que representan las opciones de posicionamiento.
En el ámbito de la adopción, el cambio de las adopciones «cerradas» a las
«abiertas» y se espera la importancia de la búsqueda de los padres biológicos
basada en la teoría del apego. Muchos investigadores en el campo fueron fuertemente
influenciados por ella.
Práctica clínica en niños
Aunque la teoría del apego se haya convertido en una
importante teoría científica del desarrollo socio-emocional con una de las más
amplias y profundas líneas de investigación de la psicología moderna, había
sido, hasta hace poco, menos utilizada en la práctica clínica que las teorías
con menos apoyo empírico.
En los primeros meses de vida, los bebés direccionan las
conductas de apego a cualquiera que esté cerca. Conforme se desarrolla el
apego, también lo hace la cautela con los extraños.
Esto puede haber sido en parte debido a la falta de atención a la aplicación clínica por el propio John Bowlby y
en parte a los significados más amplios de la palabra «apego» utilizado entre
los profesionales. También es una posible causa la asociación equivocada de la
teoría del apego con las intervenciones pseudocientíficas erróneamente conocidas
como «terapia de apego».
Prevención y tratamiento
En 1988, Bowlby publicó una serie de conferencias indicando
cómo podría utilizarse la teoría del apego en la comprensión y en el
tratamiento de los trastornos de la infancia y de la familia. Su enfoque del
cambio fueron los modelos internos de trabajo, y las conductas de relación de
los padres con un interviniente terapéutico. Investigaciones en curso han dado
lugar a una serie de tratamientos individuales y programas de prevención e
intervención. Varían desde terapias individuales hasta intervenciones de salud
pública para intervenciones destinadas a familias de acogida. Para los bebés y
niños pequeños, la atención se centra en el aumento de la receptividad y de la
sensibilidad del cuidador o, si esto no fuera posible, coloca al niño con un
cuidador diferente. Siempre se incluye una evaluación del estado de apego o de
las respuestas del cuidador, debido a que el apego es un proceso de dos vías,
involucrando al comportamiento de apego y la respuesta del cuidador. Algunos programas están diseñados para
fomentar intervenciones destinadas a familias de acogida ya que
generalmente las conductas de apego de los bebés o niños con dificultades de
apego no reciben respuestas adecuadas del cuidador.
Trastorno de apego y el trastorno de apego reactivo
Artículo principal:
Trastorno reactivo del apego
Un patrón de apego
atípico se considera un trastorno real, conocido como trastorno de apego
reactivo, que es un diagnóstico psiquiátrico reconocido (CIE-10 F94.1 / 2 y
DSM-IV-TR 313.89). La principal característica del trastorno de apego reactivo
es un relacionamiento social inapropiado y marcadamente perturbado en la
mayoría de los contextos, que comienza antes de los edad de cinco años,
relacionada al cuidado patológico bruto. Hay dos subtipos, lo que refleja un
patrón de apego desinhibido, y otro inhibido. Esto no es una descripción de
estilos de apego inseguros, sin embargo aquellos estilos pueden ser
problemáticos, en cambio, denota una falta de comportamientos de apego
apropiados para la edad, que es equivalente a un trastorno clínico.
«Trastorno de
apego» es un término ambiguo, que puede ser usado para referirse a un
trastorno de apego reactivo o a los estilos de apego inseguro más problemáticos
(aunque ninguno de estos sean trastornos clínicos). También puede ser usado
para referirse al nuevo sistema de clasificación propuesto por los teóricos del
área, y se utiliza dentro de la terapia de apego como una forma de
diagnóstico. Se constató que una de las nuevas clasificaciones propuestas,
la «distorsión de la base segura», se asocia al trauma del cuidador.
Aunque el término «trastorno de vinculación reactiva» se aplica, a la fecha
(2014) popularmente a dificultades de comportamiento percibidas que caen fuera
de los criterios DSM o ICD, se cree, sobre todo en la Web y en relación con la
terapia de apego pseudo-científica, que la «verdadera» RAD es rara.154
Práctica clínica en adultos y familias
Como la teoría del apego ofrece una visión amplia y de largo
alcance del funcionamiento humano, ella puede enriquecer la comprensión de un
terapeuta sobre sus pacientes, así como también la relación terapéutica, en
lugar de dictar una forma particular de tratamiento. Algunas formas de terapia
para adultos basada en el psicoanálisis –dentro del psicoanálisis relacional y
de otros enfoques– también incorporan la teoría del apego y sus patrones. En la
primera década de este siglo, los conceptos clave del apego se incorporaron en
los modelos de terapia de pareja comportamental existentes, a la terapia
familiar multidimensional y a la terapia familiar. Las intervenciones se
centraron específicamente en el apego han sido desarrolladas, como la terapia
familiar y la terapia basada en el apego centrada en las emociones (EFT).
La teoría del apego y la investigación establecieron bases
para el desarrollo de la comprensión de la «mentalización» o la función
reflexiva y su presencia, ausencia o distorsión en la psicopatología. La
dinámica de una organización de apego de un individuo y su capacidad de mentalización
pueden desempeñar un papel crucial en la capacidad de él siendo ayudado por el
tratamiento.
Conclusion
Queda como conclusión del trabajo ,que si bien la teoría del
apego ha proporcionado las bases para un mejor estudio de bebes abandonados , criados en orfanatos, carentes del amor parental, como es el caso personal de
Bowly, desarrollaran en el futuro una cierta variedad de patologías asociadas
al trastorno. Bowly describe diferentes
tipos de apego, de los cuales uno solo no es patólogico: apego seguro,: luego
los patólogicos apego inseguro-evitativo y apego inseguro-ambivalente.
Posteriormente, fue identificado un cuarto padrón, el apego desorganizado.
En ningún momento la teoría del apego de su creado ,J Bowly,
propone el “COLECHO” Y “AMAMANTAMIENTO A
DEMANDA” y "PORTEO" como formas de implementar el
APEGO. Vistos desde el psicoanálisis como formas de incentivar la no discriminación
niño-adulto cuidador, generando dependencia extrema del bebe hacia sus
progenitores, preparando una personalidad
demandante y con poca tolerancia a la frustración. Falta de Límites en
cuanto a sus demandas,
Promoción del placer oral indicriminado, provocando una fijación
oral que al no ser resuelta en el momento debido “retornará” más adelante en la
búsqueda indiscriminada de satisfacción oral a través de la comida en la
bulimia o el rechazo a la posición de objeto ha ser devorado en la anorexia ,o según
el entorno familiar y social y las experiencias particulares de cada sujeto , a
adicciones como el alcohol, el tabaco y
las drogas.
Lic.Diana S. Gurny
Lic.Diana S. Gurny
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